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Espondilitis anquilosante en el embarazo

Anonim

Una mujer que sufre de espondilitis anquilosante debe tener un embarazo normal, pero es probable que sufra de dolor de espalda y tenga más dificultades para moverse, especialmente en el último trimestre del embarazo, debido a los cambios causados ​​por la enfermedad.

Aunque hay mujeres que no muestran los síntomas de la enfermedad durante el embarazo, esto no es común y, en caso de dolor, es importante que se trate adecuadamente a través de los recursos naturales, ya que los medicamentos pueden ser perjudiciales para el bebé.

Tratamiento en embarazo

La fisioterapia, el masaje, la acupuntura, el ejercicio y otras técnicas naturales pueden y deben usarse en el tratamiento de la espondilitis durante el embarazo, para aliviar los síntomas, ya que esta enfermedad no tiene cura. Las medicinas solo deben usarse como último recurso, ya que pueden pasar a través de la placenta y alcanzar al bebé, dañándolo.

Durante el embarazo será muy importante que la mujer mantenga una buena postura durante todo el día y toda la noche para evitar un empeoramiento de la articulación. Usar ropa y zapatos cómodos puede ayudar a lograr este objetivo.

Algunas mujeres diagnosticadas temprano con esta enfermedad pueden tener una articulación de la cadera y sacroilíaca muy comprometida, lo que impide el parto normal, y deben optar por una cesárea, pero esta es una situación rara.

¿La espondilitis afecta al bebé?

Debido a que tiene un carácter hereditario, es posible que el bebé tenga la misma enfermedad. Para aclarar esta duda, el asesoramiento genético se puede realizar con la prueba HLA - B27, que indica si el individuo tiene la enfermedad o no, aunque el resultado negativo no excluye esta posibilidad.

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