- Síntomas principales
- Cuales son las causas
- Como confirmar el diagnóstico
- Tipos principales
- Como se hace el tratamiento
- ¿Es curable el linfoma de Burkitt?
El linfoma de Burkitt es un tipo de cáncer del sistema linfático, que afecta particularmente a los linfocitos, que son las células de defensa del cuerpo. Este cáncer puede estar asociado con la infección por el virus Epstein Barr (EBV), por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pero también puede surgir de alguna alteración genética.
En general, este tipo de linfoma se desarrolla más en niños varones que en adultos y con mayor frecuencia afecta a los órganos en el abdomen. Sin embargo, debido a que es un cáncer agresivo, en el que las células cancerosas crecen rápidamente, puede llegar a otros órganos, como el hígado, el bazo, la médula ósea e incluso los huesos de la cara.
El primer signo del linfoma de Burkitt es la aparición de hinchazón en el cuello, las axilas, la ingle o la hinchazón en el abdomen o la cara, dependiendo de la ubicación afectada por el linfoma. Después de evaluar los síntomas, el hematólogo confirmará el diagnóstico mediante biopsia y pruebas de imagen. Por lo tanto, con la confirmación del linfoma de Burkitt, se indica el tratamiento más apropiado, que generalmente es la quimioterapia. Vea más sobre cómo se realiza la quimioterapia.
Síntomas principales
Los síntomas del linfoma de Burkitt pueden variar según el tipo y la ubicación del tumor, pero los síntomas más comunes de este tipo de cáncer son:
- Lengua en el cuello, axilas y / o ingle; sudor nocturno excesivo; fiebre; adelgazamiento sin causa aparente; fatiga.
Es muy común que el linfoma de Burkitt afecte la región de la mandíbula y otros huesos de la cara, por lo que puede causar hinchazón en un lado de la cara. Sin embargo, el tumor también puede crecer en el abdomen, causando hinchazón y dolor abdominal, sangrado y obstrucción intestinal. Cuando el linfoma se propaga al cerebro, puede causar debilidad en el cuerpo y dificultad para caminar.
Además, la hinchazón causada por el linfoma de Burkitt no siempre causa dolor y a menudo comienza o empeora en solo unos días.
Cuales son las causas
Aunque las causas del linfoma de Burkitt no se conocen exactamente, en algunas situaciones este cáncer se asocia con infecciones por el virus EBV y el VIH. Además, tener una enfermedad congénita, es decir, nacer con un problema genético que deteriora las defensas del cuerpo, puede estar relacionado con el desarrollo de este tipo de linfoma.
El linfoma de Burkitt es el tipo más común de cáncer infantil en regiones donde hay casos de malaria, como África, y también es común en otras partes del mundo donde hay muchos niños infectados con el virus del VIH.
Como confirmar el diagnóstico
Como el linfoma de Burkitt se propaga muy rápidamente, es importante que el diagnóstico se realice lo antes posible. El médico general o el pediatra pueden sospechar el cáncer y remitirlo al oncólogo o al hematólogo, y después de saber cuánto tiempo hace que aparecieron los síntomas, indicará una biopsia en el área del tumor. Vea cómo se realiza la biopsia.
Además, se realizan otras pruebas para diagnosticar el linfoma de Burkitt, como la tomografía computarizada, la resonancia magnética, la exploración de mascotas, la médula ósea y la recolección de LCR. Estas pruebas son para que el médico identifique la gravedad y el alcance de la enfermedad y luego defina el tipo de tratamiento.
Tipos principales
La Organización Mundial de la Salud clasifica el linfoma de Burkitt en tres tipos diferentes, que son:
- Endémica o africana: afecta principalmente a niños de 4 a 7 años y es dos veces más común en niños; Esporádico o no africano: es el tipo más común y puede ocurrir a niños y adultos en todo el mundo, con casi la mitad de los casos de linfomas en niños; Asociado con la inmunodeficiencia: ocurre en personas infectadas con el virus del VIH y que tienen SIDA.
El linfoma de Burkitt también puede ocurrir en personas que nacen con una enfermedad genética que causa problemas de baja inmunidad y a veces puede afectar a personas que han recibido un trasplante y que usan medicamentos inmunosupresores.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para el linfoma de Burkitt debe iniciarse tan pronto como se confirme el diagnóstico, ya que es un tipo de tumor que crece muy rápido. El hematólogo recomienda el tratamiento de acuerdo con la ubicación del tumor y la etapa de la enfermedad, pero en la mayoría de los casos, el tratamiento para este tipo de linfoma se basa en la quimioterapia.
Los medicamentos que se pueden usar juntos en la quimioterapia son ciclofosfamida, vincristina, doxorrubicina, dexametasona, metotrexato y citarabina. También se usa inmunoterapia, el medicamento más utilizado es el rituximab, que se une a las proteínas en las células cancerosas y ayuda a eliminar el cáncer.
La quimioterapia intratecal, que es un medicamento aplicado a la columna vertebral, está indicada para el tratamiento del linfoma de Burkitt en el cerebro y se usa para evitar que se propague a otras partes del cuerpo.
Sin embargo, el médico puede indicar otros tipos de tratamiento, como radioterapia, cirugía y trasplante autólogo de médula ósea o autotrasplante. Obtenga más información sobre cómo funciona el autotrasplante.
¿Es curable el linfoma de Burkitt?
A pesar de ser un tipo de cáncer agresivo, el linfoma de Burkitt es casi siempre curable, pero esto dependerá de cuándo se diagnosticó la enfermedad, el área afectada y si el tratamiento se inició rápidamente. Cuando la enfermedad se diagnostica en una etapa temprana y cuando el tratamiento comienza a continuación, hay una mayor posibilidad de cura.
Los linfomas de Burkitt en estadios I y II tienen más del 90% de curación, mientras que los linfomas con estadios III y IV tienen una probabilidad promedio de curación del 80%.
Al final del tratamiento, será necesario hacer un seguimiento con un hematólogo durante aproximadamente 2 años y realizar pruebas cada 3 meses.
Vea un video con algunos consejos sobre cómo tratar los síntomas del tratamiento del cáncer: