La apnea del sueño es un trastorno que causa una pausa momentánea en la respiración o una respiración muy superficial durante el sueño, lo que resulta en ronquidos y un poco de descanso relajante que no le permite recuperar su energía. Por lo tanto, además de la somnolencia durante el día, esta enfermedad causa síntomas como dificultad para concentrarse, dolor de cabeza, irritabilidad e incluso impotencia.
La apnea del sueño ocurre debido a la obstrucción de las vías respiratorias debido a la desregulación de los músculos de la faringe. Además, existen hábitos de estilo de vida que aumentan el riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño, como tener sobrepeso, beber alcohol, fumar y usar pastillas para dormir.
Este trastorno del sueño debe tratarse mejorando los hábitos de vida y utilizando una máscara de oxígeno que empuja el aire hacia las vías respiratorias y facilita la respiración.
Cómo identificar
Para identificar la apnea obstructiva del sueño, se deben tener en cuenta los siguientes síntomas:
- Ronquidos durante el sueño; despertarse varias veces por la noche, incluso durante unos segundos e imperceptiblemente; respirar o sofocarse durante el sueño; sueño excesivo y cansancio durante el día; despertarse para orinar o perder orina durante el sueño; Tiene dolor de cabeza por la mañana; Disminuye el rendimiento en los estudios o el trabajo; Tiene cambios en la concentración y la memoria; Desarrolla irritabilidad y depresión; Tiene impotencia sexual.
Esta enfermedad ocurre debido a un estrechamiento en las vías respiratorias, en la región de la nariz y la garganta, que ocurre principalmente por una desregulación en la actividad de los músculos de la región de la garganta llamada faringe, que puede relajarse o estrecharse excesivamente durante la respiración. El tratamiento lo realiza un neumólogo, que puede recomendar un dispositivo llamado CPAP o, en algunos casos, cirugía.
Es más común en personas mayores de 50 años, y la cantidad e intensidad de los síntomas varía según la gravedad de la apnea, que está influenciada por factores como el sobrepeso y la anatomía de las vías respiratorias de la persona, por ejemplo.
Vea también otras enfermedades que causan sueño excesivo y cansancio.
Como confirmar el diagnóstico
El diagnóstico definitivo del síndrome de apnea del sueño se realiza con polisomnografía, que es un examen que analiza la calidad del sueño, mide las ondas cerebrales, los movimientos de los músculos respiratorios, la cantidad de aire que entra y sale durante la respiración, Además de la cantidad de oxígeno en la sangre. Esta prueba sirve para identificar tanto la apnea como otras enfermedades que interfieren con el sueño. Obtenga más información sobre cómo se realiza la polisomnografía.
Además, el médico realizará una evaluación del historial médico del paciente y un examen físico de los pulmones, la cara, la garganta y el cuello, lo que también puede ayudar a diferenciar entre los tipos de apnea.
Tipos de apnea del sueño
Existen 3 tipos principales de apnea del sueño, que pueden ser:
- Apnea obstructiva del sueño: ocurre en la mayoría de los casos, debido a la obstrucción de las vías respiratorias, causada por la relajación de los músculos respiratorios, el estrechamiento y los cambios en la anatomía del cuello, la nariz o la mandíbula. Apnea central del sueño: generalmente ocurre después de alguna enfermedad que causa daño cerebral y cambia su capacidad para regular el esfuerzo respiratorio durante el sueño, como en el caso de tumores cerebrales, enfermedades cerebrales post-derrames cerebrales o degenerativas, por ejemplo; Apnea mixta: es causada por la presencia de apnea obstructiva y central, siendo el tipo más raro.
También hay casos de apnea temporal, que puede ocurrir en personas con inflamación de las amígdalas, tumores o pólipos en la región, por ejemplo, que pueden dificultar el paso del aire durante la respiración.
Como tratar
Para tratar la apnea del sueño, hay algunas alternativas:
- CPAP: es un dispositivo, similar a una máscara de oxígeno, que empuja el aire hacia las vías respiratorias y facilita la respiración y mejora la calidad del sueño. Es el tratamiento principal para la apnea del sueño. Cirugía: realizada en pacientes que no mejoran con CPAP, que puede ser una forma de curar la apnea, corregir el estrechamiento u obstrucción del aire en las vías respiratorias, corregir las deformidades de la mandíbula o colocar implantes. Corrección de los hábitos de vida: es importante dejar hábitos que pueden empeorar o desencadenar la apnea del sueño, como fumar o ingerir sustancias que causan sedación, además de perder peso.
Los signos de mejora pueden tardar algunas semanas en notarse, pero ya puede ver una disminución del cansancio durante todo el día debido a un sueño más reparador. Obtenga más información sobre el tratamiento de la apnea del sueño.
