El granuloma piógeno es un trastorno de la piel relativamente común que causa la aparición de una masa roja brillante de entre 2 mm y 2 cm de tamaño, que rara vez alcanza los 5 cm.
Aunque, en algunos casos, el granuloma piógeno también puede tener un color más oscuro con tonos marrones o azules oscuros, este cambio de piel siempre es benigno, y debe tratarse solo cuando causa molestias.
Estas lesiones son más comunes en la cabeza, nariz, cuello, pecho, manos y dedos. En el embarazo, el granuloma generalmente aparece en las membranas mucosas, como dentro de la boca o los párpados.
Cuales son las causas
Aún no se conocen las verdaderas causas del granuloma piógeno, sin embargo, existen factores de riesgo que parecen estar relacionados con mayores posibilidades de tener el problema, como:
- Pequeñas lesiones en la piel, causadas por la picadura de una aguja o insectos; infección reciente por la bacteria Staphylococcus aureus; cambios hormonales, especialmente durante el embarazo;
Además, el granuloma piógeno es más común en niños o adultos jóvenes, aunque puede ocurrir a todas las edades, especialmente en mujeres embarazadas.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico lo realiza en la mayoría de los casos un dermatólogo simplemente observando la lesión. Sin embargo, el médico puede ordenar una biopsia de una pieza de granuloma para confirmar que no es otro problema maligno que pueda estar causando síntomas similares.
Opciones de tratamiento
El granuloma piógeno solo necesita ser tratado cuando causa molestias y, en estos casos, las formas de tratamiento más utilizadas son:
- Curetaje y cauterización: la lesión se raspa con un instrumento llamado cureta y se quema el vaso sanguíneo que la alimentó; Cirugía con láser: elimina la lesión y quema la base para que no sangra; Crioterapia: se aplica frío a la lesión para matar el tejido y hacer que se caiga solo; Ungüento de imiquimod: se usa especialmente en niños para eliminar lesiones menores.
Después del tratamiento, el granuloma piógeno puede reaparecer, ya que el vaso sanguíneo que lo alimentó todavía está en las capas más profundas de la piel. Si esto sucede, es necesario someterse a una pequeña cirugía para extirpar un trozo de piel donde crece la lesión para extraer todo el vaso sanguíneo.
En el embarazo, el granuloma rara vez necesita tratamiento, ya que tiende a desaparecer por sí solo después del final del embarazo. De esa manera, el médico puede optar por esperar hasta el final del embarazo antes de decidir tomar cualquier tratamiento.
Posibles complicaciones
Cuando no se realiza el tratamiento, la principal complicación que puede surgir del granuloma piógeno es la aparición de sangrado frecuente, especialmente cuando se tira de la lesión o se realiza un golpe en el área.
Por lo tanto, si el sangrado ocurre con frecuencia, el médico puede sugerir extirpar la lesión de forma permanente, incluso si es muy pequeña y no es molesta.