El mejor remedio casero para controlar el sangrado es comprimir directamente la herida, usando una gasa o un paño limpio y aplicar una compresa de hielo picado, ya que esto disminuirá el flujo sanguíneo al disminuir el calibre de los vasos sanguíneos en la región.
Sin embargo, si la herida es profunda y la sangre continúa fluyendo, es importante llamar a una ambulancia o llevar a la persona al hospital de inmediato.
Una solución casera muy antigua para controlar el sangrado, que no debe usarse, es poner un poco de café en polvo o azúcar sobre la herida. Esto está contraindicado ya que puede dificultar la limpieza de la herida o infectarse y causar más sufrimiento al individuo durante el vendaje.