- ¿Cuáles son los signos y síntomas?
- Causas posibles
- ¿Qué complicaciones pueden ocurrir?
- Cómo se hace el diagnóstico
- Cual es el tratamiento
La fibrilación auricular se caracteriza por una actividad eléctrica desorganizada en las aurículas del corazón, que causa cambios en los latidos del corazón, que se vuelven irregulares y más rápidos, alcanzando 175 latidos por minuto, lo que puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca u otros problemas del corazón
La fibrilación auricular puede ser asintomática, solo descubierta durante los exámenes de rutina, o causar síntomas como palpitaciones, dificultad para respirar, mareos y sensación de debilidad.
El tratamiento es muy variable y dependerá de la persona, los signos y síntomas que presenten y las causas que están en el origen de la fibrilación auricular.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Es posible que algunas personas no experimenten ningún síntoma, pero en algunos casos pueden aparecer palpitaciones, latidos cardíacos irregulares, debilidad, cansancio rápido al hacer ejercicio, fatiga, mareos, falta de aliento y dolor en el pecho.
Causas posibles
La fibrilación auricular a veces no tiene una causa conocida, sin embargo, en la mayoría de los casos ocurre debido a defectos cardíacos o lesiones.
Además, algunas otras causas que pueden favorecer la instalación de fibrilación auricular son hipertensión, antecedentes de ataque cardíaco previo, enfermedad coronaria, enfermedades congénitas, hipertiroidismo, uso de ciertos medicamentos, consumo de cafeína, alcohol o tabaco, problemas pulmonares, postoperatorio cirugía cardíaca reciente, infecciones virales, estrés o sufrimiento de apnea del sueño, por ejemplo.
En algunos casos, el riesgo de padecer fibrilación auricular puede aumentar, como en los ancianos y las personas que usan en exceso el alcohol y algunos estimulantes.
¿Qué complicaciones pueden ocurrir?
En general, la fibrilación auricular no pone en peligro la vida, pero en algunos casos, puede provocar complicaciones o incluso se requiere tratamiento de emergencia.
La fibrilación auricular puede conducir a la formación de coágulos sanguíneos dentro del corazón, que circulan a otros órganos, lo que puede causar el bloqueo del flujo sanguíneo y causar isquemia. Si van al cerebro, pueden obstruir una arteria cerebral y causar un derrame cerebral, cuyo riesgo es aproximadamente 5 veces mayor en personas que sufren de fibrilación auricular.
Además, cuando la fibrilación auricular es muy común, puede causar insuficiencia cardíaca. Como estas complicaciones son graves, es importante que el tratamiento se realice lo antes posible.
Cómo se hace el diagnóstico
En general, el diagnóstico se realiza mediante un electrocardiograma, pero en algunos casos, el médico puede indicar un ecocardiograma, análisis de sangre para ver si hay problemas con la tiroides o una radiografía en el tórax, para evaluar el tamaño del área cardíaca..
Cual es el tratamiento
Sin embargo, el tratamiento dependerá de las condiciones hemodinámicas de la persona y de cuándo comenzó la arritmia, no siempre es fácil especificar el momento de inicio, lo que dificulta un poco el abordaje y el tratamiento.
Los objetivos del tratamiento son normalizar la frecuencia cardíaca y evitar la formación de coágulos sanguíneos para reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Dependiendo del momento del inicio de la arritmia y de la condición clínica de la persona, puede ser necesaria la desfibrilación, donde se realiza una descarga para restablecer la frecuencia cardíaca y devolverla al ritmo normal, bajo sedación.
Además, el médico puede recetar remedios antiarrítmicos, que revierten la fibrilación auricular en pacientes estables y también se pueden usar después de la reversión para prevenir eventos posteriores. Ejemplos de agentes antiarrítmicos son la amiodarona y la propagandona, por ejemplo. Los betabloqueantes y los bloqueadores de los canales de calcio también se pueden usar para controlar la frecuencia cardíaca y prevenir la fibrilación auricular. Para la prevención de la formación de coágulos, el médico puede recetar anticoagulantes e inhibidores de plaquetas.
También es importante practicar actividad física regularmente, controlar la presión arterial, evitar el exceso de alcohol, cafeína o cigarrillos, controlar el colesterol, reducir el consumo de azúcar y mantener un peso saludable.
