La presencia de cálculos renales no siempre causa síntomas, y se puede descubrir durante los exámenes de rutina, como la radiografía o la ecografía abdominal. Por lo general, los cálculos renales causan síntomas cuando llegan a los uréteres o cuando obstruyen la región de transición entre los riñones y los uréteres.
Si cree que puede tener cálculos renales, seleccione sus síntomas:
- 1. Dolor intenso en la parte baja de la espalda, que puede limitar el movimiento. Sí No
- 2. Dolor que se irradia desde la espalda hasta la ingle. Sí No
- 3. Dolor al orinar Sí No
- 4. orina rosada, roja o marrón Sí No
- 5. Deseo frecuente de orinar Sí No
- 6. Sentirse enfermo o vomitar Sí No
- 7. Fiebre superior a 38º C Sí No
La infección del tracto urinario, que causa fiebre, orina maloliente y la presencia de pus en la prueba de orina, puede surgir en asociación con el cálculo renal, sin embargo, es más probable en personas que comenzaron algún tratamiento en el que hubo manipulación o cirugía del tracto urinario.
En general, un cálculo con un tamaño menor de 5 a 7 mm de diámetro generalmente se elimina espontáneamente a través de la orina, sin embargo, en algunos casos, o en cálculos más grandes, puede ser necesario realizar procedimientos quirúrgicos guiados por el urólogo. Conozca algunas de las principales formas de tratamiento para los cálculos renales.
Cómo confirmar
Para diagnosticar cálculos renales, es necesario realizar pruebas de imagen de la región del tracto urinario, la más común es la ecografía. Sin embargo, el examen que puede identificar más fácilmente el cálculo renal es la tomografía computarizada del abdomen, ya que logra obtener imágenes más definidas de la anatomía de la región.
Además, durante una crisis de cólico renal, el médico también puede ordenar pruebas como el resumen de orina y la medición de la función renal, para detectar otros cambios, como el deterioro de la función renal o la presencia de infección, por ejemplo. Obtenga más información sobre las pruebas de cálculos renales.
Cuales son los tipos
Existen varios tipos de cálculos renales, que pueden ser causados por la acumulación de diferentes sustancias, como oxalato de calcio, fosfato de calcio, ácido úrico o estruvita.
El tipo solo puede determinarse a partir de la evaluación de un cálculo expulsado, y esta prueba de análisis generalmente se realiza en los casos en que fue necesario un procedimiento quirúrgico para su extracción, o cuando hay cálculos renales repetidos.
¿Quién está en mayor riesgo?
Los principales factores de riesgo conocidos son:
- Bajo consumo de líquidos; Dieta baja en calcio y con exceso de proteínas y sal; Antecedentes personales o familiares previos de cálculos renales; Obesidad; Hipertensión; Diabetes; Gota; Eliminación excesiva de calcio por los riñones.
Además, los cálculos de estruvita son causados por la infección del tracto urinario por gérmenes productores de ureasa como Proteus mirabilis y Klebsiella . Los cálculos de estruvita generalmente son del tipo de coral, es decir, cálculos grandes que pueden ocupar la anatomía de los riñones y el tracto urinario, y causar daño a la función renal.
