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Púrpura de Henöch-schönlein: cómo identificar y tratar

Anonim

La púrpura de Henöch-Schönlein, también conocida como PHS, es una enfermedad que causa inflamación de pequeños vasos sanguíneos en la piel, lo que produce pequeñas manchas rojas en la piel, dolor en el abdomen y dolor en las articulaciones. Sin embargo, la inflamación también puede ocurrir en los vasos sanguíneos de los intestinos o los riñones, causando diarrea y sangre en la orina, por ejemplo.

Esta condición generalmente es más común en niños menores de 10 años, pero también puede ocurrir en adultos. Mientras que en los niños, el morado tiende a desaparecer después de 4 a 6 semanas, en los adultos, la recuperación puede ser más lenta.

La púrpura de Henöch-Schönlein es curable y generalmente no hay necesidad de ningún tratamiento específico, y solo se pueden usar algunos remedios para aliviar el dolor y hacer que la recuperación sea más cómoda.

Síntomas principales

Los primeros síntomas de este tipo de púrpura son fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular que dura entre 1 y 2 semanas, que pueden confundirse con un resfriado o gripe.

Después de este período, aparecen síntomas más específicos, como:

  • Manchas rojas en la piel, especialmente en las piernas; Dolor e hinchazón en las articulaciones; Dolor en el vientre; Sangre en la orina o las heces; Náuseas y diarrea.

En situaciones muy raras, la enfermedad también puede afectar los vasos sanguíneos en los pulmones, el corazón o el cerebro, causando otros tipos de síntomas más graves, como dificultad para respirar, tos con sangre, dolor en el pecho o pérdida del conocimiento.

Cuando aparece cualquiera de estos síntomas, debe consultar a un médico general, o un pediatra, para hacer una evaluación general y diagnosticar el problema. Por lo tanto, el médico puede ordenar varias pruebas, como sangre, orina o biopsia de piel, para eliminar otras posibilidades y confirmar la púrpura.

Como se hace el tratamiento

Normalmente, no se necesita un tratamiento específico para esta enfermedad, solo se recomienda descansar en casa y evaluar si hay un empeoramiento de los síntomas.

Además, el médico también puede recetar el uso de antiinflamatorios o analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, para aliviar el dolor. Sin embargo, estos remedios solo deben usarse bajo la guía del médico ya que, si los riñones están afectados, no deben tomarse.

En los casos más graves, en los que la enfermedad causa síntomas muy intensos o afecta a otros órganos, como el corazón o el cerebro, puede ser necesario permanecer en el hospital para que los medicamentos puedan administrarse directamente en la vena.

Posibles complicaciones

En la mayoría de los casos, la púrpura de Henöch-Schönlein desaparece sin secuelas, sin embargo, una de las principales complicaciones asociadas con esta enfermedad es la alteración de la función renal. Este cambio puede tardar entre unas pocas semanas o meses en aparecer, incluso después de que todos los síntomas hayan desaparecido, causando:

  • Sangre en la orina; Espuma excesiva en la orina; Aumento de la presión sanguínea; Hinchazón alrededor de los ojos o tobillos.

Estos síntomas también mejoran con el tiempo, pero en algunos casos la función renal puede verse tan afectada que causa insuficiencia renal.

Por lo tanto, después de la recuperación, es importante tener consultas periódicas con el médico general o el pediatra para evaluar la función renal y tratar los problemas a medida que surjan.

Púrpura de Henöch-schönlein: cómo identificar y tratar