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Sofocos en la menopausia: opciones de tratamiento

Anonim

Los sofocos son uno de los síntomas más comunes de la menopausia, que surgen debido al importante cambio hormonal que está ocurriendo en el cuerpo de la mujer. Estos sofocos pueden aparecer unos meses antes de entrar realmente en la menopausia y aparecer repentinamente en varios momentos del día, variando en intensidad según cada mujer.

Aunque son bastante normales para esta etapa de la vida, los sofocos también son muy incómodos y, por lo tanto, terminan afectando la vida cotidiana de varias mujeres. Por lo tanto, hay algunas formas de reducir este malestar y facilitar la entrada en esta nueva fase de la vida.

Para seleccionar el mejor tratamiento para el calor de la menopausia, una mujer debe consultar a su ginecólogo y, junto con él, discutir las diversas opciones disponibles, que pueden ir desde el uso de medicamentos, hasta el reemplazo hormonal o opciones más naturales, como suplementos, comida o tés, por ejemplo.

1. Terapia de reemplazo hormonal

La terapia de reemplazo hormonal es el tratamiento más efectivo y, por lo tanto, el más utilizado para ayudar a reducir las molestias de la menopausia, especialmente los sofocos. En este tipo de tratamiento, la mujer reemplaza el estrógeno, cuya producción por los ovarios está disminuyendo. Aunque es una terapia con algunos riesgos, como un mayor riesgo de cáncer de seno, por ejemplo, varios estudios indican que las mujeres menores de 60 años tienen más ventajas que riesgos.

Debido a los riesgos asociados, la terapia de reemplazo hormonal está contraindicada para las mujeres con antecedentes de algún tipo de cáncer dependiente de hormonas, como el cáncer de mama, de ovario o de útero. Comprenda mejor cómo funciona esta terapia y cuáles son los riesgos.

2. Remedios para el calor menopáusico

Si la mujer no quiere optar por la terapia hormonal, también puede usar medicamentos para aliviar el calor de la menopausia. Sin embargo, estos medicamentos también deben ser recetados por el ginecólogo y, normalmente, solo se usan en casos donde los sofocos están afectando la calidad de vida de la mujer. Esto se debe a que todos los remedios pueden tener algunos efectos secundarios y, por lo tanto, solo deben usarse si hay algún beneficio.

Algunos de los remedios que puede indicar el médico incluyen:

  • Paroxetina, Venlafaxina o Escitalopram: estos son remedios antidepresivos, pero también ayudan a aliviar los sofocos comunes de la menopausia. Por lo general, se usan en una dosis inferior a la indicada para el tratamiento de la depresión, pero que puede variar según cada caso; Gabapentina: es un remedio para la epilepsia y la migraña, pero también reduce la aparición de calor durante la menopausia. Sin embargo, este remedio puede causar somnolencia excesiva y, por lo tanto, se usa más en mujeres que experimentan sudor nocturno, por ejemplo; Clonidina: es un medicamento para la presión arterial alta que, además de aliviar las migrañas, también permite reducir la frecuencia de los sofocos en algunas mujeres.

Además, para las mujeres que experimentan una mayor intensidad de los sofocos por la noche, con muchos sudores nocturnos, el médico también puede recomendar el uso de medicamentos para ayudarlo a dormir mejor, como Zolpidem, Eszopiclona o Diphenhydramine, por ejemplo.

3. Opciones naturales

Además de los medicamentos y la terapia de reemplazo hormonal, también hay varias alternativas naturales que ayudan a reducir la frecuencia de los sofocos e incluso pueden eliminar por completo el calor de la menopausia, especialmente en casos más leves.

Dentro de las alternativas naturales, es posible identificar algunos cambios en los hábitos de vida que pueden ayudar, así como cambios en la dieta y también algunos remedios caseros que se pueden usar durante el día a día:

Cuidados generales para disminuir el calor de la menopausia.

Algunos cuidados conductuales que pueden ayudar a aliviar la incomodidad del calor menopáusico son:

  • Use ropa ligera de algodón para evitar aumentar la temperatura corporal; Beba aproximadamente 2 litros de agua al día para mantener su cuerpo bien hidratado; Evite lugares cerrados y muy calurosos, o dé preferencia a lugares con aire acondicionado; Participe en actividades relajantes, como yoga o meditación, ya que reducen la ansiedad, reducen las posibilidades de tener sofocos; Tome una bebida refrescante, como agua de coco o limonada fría, cuando se acerca una ola de calor; Evite fumar o beber bebidas alcohólicas, ya que pueden estimular la aparición de calor.

Además, puede ser útil tener siempre cerca un ventilador o un ventilador portátil para mantenerlo fresco cuando comience la ola de calor.

Dieta para evitar el calor de la menopausia

La comida es un factor importante que también puede ayudar a reducir la aparición de sofocos típicos de la menopausia. Las mujeres en esta etapa de la vida deben dar preferencia al consumo de cítricos, como la naranja, la piña o la mandarina, así como a la ingesta de semillas de lino y derivados de la soja, como el tofu.

Además, es importante evitar comer comidas muy pesadas, así como reducir el consumo de alimentos azucarados, salados o picantes. Vea más sobre cómo la comida puede ayudar:

Remedios caseros y suplementos naturales.

Algunos remedios caseros, así como los suplementos naturales hechos de plantas medicinales, pueden ayudar mucho a restaurar el bienestar de las mujeres menopáusicas. Algunos ejemplos incluyen:

  • Cohosh negro o cimicifuga: algunos estudios indican que puede aliviar los sofocos, pero siempre debe ser indicado por un profesional, ya que puede afectar el hígado; Pycnogenol: es una sustancia tomada de pinos marinos que puede ayudar a aliviar varios síntomas de la menopausia, incluidos los sofocos; Dong Quai: es una planta importante para la salud de la mujer, ayuda con los síntomas del síndrome premenstrual y también la menopausia; Trébol rojo: es muy rico en fitoestrógenos que combaten la intensidad y frecuencia de los sofocos.

Aunque pueden tener un efecto beneficioso, estos remedios no sustituyen la orientación del médico y siempre deben discutirse con el profesional. Además, como los suplementos naturales pueden tener varios efectos en el cuerpo, siempre deben ser guiados por un naturópata o herbolario experimentado, especialmente para conocer la dosis y el tiempo de tratamiento.

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