La incontinencia urinaria de esfuerzo se identifica fácilmente cuando ocurre una pérdida involuntaria de orina al hacer un esfuerzo como toser, reír, estornudar o levantar objetos pesados, por ejemplo.
Esto generalmente ocurre cuando los músculos del piso pélvico y el esfínter urinario son débiles y, por lo tanto, es más común en los ancianos. Sin embargo, los problemas con la columna vertebral o el cerebro que pueden alterar las señales enviadas a los músculos también pueden ser la causa de este tipo de incontinencia.
A menudo, las personas con este problema terminan aislándose y evitando las interacciones sociales, ya que tienen miedo de oler la orina. Sin embargo, hay algunas formas de tratamiento que ayudan a reducir la frecuencia de los episodios de incontinencia e incluso pueden detener la pérdida involuntaria de orina.
¿Qué puede causar incontinencia?
La incontinencia urinaria de esfuerzo ocurre cuando aparece un debilitamiento del esfínter o de los músculos que sostienen la vejiga, y esto puede tener algunas causas como:
- Parto múltiple: las mujeres que han pasado por el parto varias veces pueden tener músculos pélvicos más dilatados y lesionados, lo que dificulta que el esfínter contenga orina en la vejiga; Obesidad: el exceso de peso causa más presión sobre la vejiga, lo que facilita el escape de la orina; Cirugía de próstata: los hombres que tuvieron que extirparse la próstata tienen un mayor riesgo de incontinencia de esfuerzo porque durante la cirugía pueden ocurrir lesiones menores en el esfínter o los nervios del esfínter, lo que reduce su capacidad de cerrar y retener la orina.
Además, las personas con enfermedades que pueden causar tos o estornudos frecuentes también tienen un mayor riesgo de incontinencia, especialmente con el envejecimiento, ya que los músculos se debilitan y no pueden compensar la presión sobre la vejiga. Lo mismo es cierto en el caso de los deportes de alto impacto, como correr o saltar la cuerda, por ejemplo.
Como confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la incontinencia urinaria de esfuerzo puede ser realizado por un médico general o un urólogo evaluando los síntomas. Sin embargo, algunas pruebas, como la ecografía de la vejiga, también se pueden realizar para evaluar la cantidad de orina cuando se produce el episodio de pérdida de orina, lo que facilita la elección de una forma de tratamiento.
Como se hace el tratamiento
No existe un tratamiento específico para la incontinencia urinaria de esfuerzo, y el médico puede elegir varias formas de tratamiento, como:
- Ejercicios de Kegel: se pueden hacer diariamente para fortalecer el piso pélvico, reduciendo la frecuencia de episodios de incontinencia. Vea cómo hacer este tipo de ejercicios; Disminuya la cantidad de agua ingerida: debe calcularse con el médico para evitar la formación excesiva de orina, pero sin causar deshidratación del cuerpo; Realice el entrenamiento de la vejiga: consiste en hacer citas para ir al baño a fin de acostumbrar la vejiga al vaciado al mismo tiempo, evitando pérdidas involuntarias.
Además, hacer algunos cambios en la dieta también puede ayudar en casos de incontinencia. Mire un video de nuestro nutricionista sobre alimentos en estos casos:
Aunque no hay medicamentos específicamente aprobados para la incontinencia, algunos médicos pueden recomendar el uso de antidepresivos, como la duloxetina, que reducen el estrés y la ansiedad, reducen la contracción de los músculos abdominales y alivianan la presión sobre la vejiga.
Otra opción para los casos que no mejoran con ninguna de las técnicas es someterse a una cirugía para la incontinencia en la que el médico repara y fortalece los músculos pélvicos. Obtenga más información sobre este tipo de cirugía y cuándo hacerlo.
