- Principales causas
- 1. Cirugía
- 2. Lesiones
- 3. Cáncer
- Síntomas que pueden surgir
- Como se hace el tratamiento
El linfocele es cualquier acumulación de linfa en una región del cuerpo, cuya causa más común es la extracción o lesión de los vasos que transportan este líquido, después de un derrame cerebral o cirugía abdominal, pélvica, torácica, cervical o inguinal, por ejemplo. ejemplo La fuga de líquido linfático se acumula en los tejidos cercanos a la región afectada, lo que puede causar inflamación, infección o la formación de un quiste en el sitio.
El sistema linfático es un conjunto de órganos y vasos linfoides que se distribuyen por todo el cuerpo, con la función de drenar y filtrar el exceso de líquido del cuerpo, dirigiéndolo al torrente sanguíneo, además de actuar sobre el sistema inmune para La defensa del organismo. Descubra qué es el sistema linfático y cómo funciona.
Generalmente, el líquido linfático del linfocele es reabsorbido naturalmente por el cuerpo, y no es necesario ningún tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, cuando hay una gran acumulación de líquido o cuando causa síntomas, como dolor, infección o compresión de los vasos sanguíneos, es necesario realizar procedimientos para drenar el líquido a través de un catéter y, en algunos casos, puede ser necesario. La escleroterapia es necesaria.
Principales causas
El linfocele surge cada vez que la linfa que se escapa de los vasos linfáticos, y puede estar contenida en los tejidos circundantes, puede conducir al desarrollo de una inflamación y una cápsula, lo que lleva a la formación de un quiste. Esta complicación es más común en situaciones como:
1. Cirugía
Cualquier cirugía puede causar un linfocele, especialmente aquellos en los que se manipulan los vasos sanguíneos o en los que se extraen los ganglios linfáticos, y puede aparecer entre aproximadamente 2 semanas y 6 meses después del procedimiento quirúrgico. Algunas de las cirugías más asociadas con este tipo de complicación son:
- Abdominal o pélvico, como histerectomía, cirugía intestinal, cirugía de riñón o trasplante de riñón; Torácica, como pulmones, aorta, seno o región de la axila, por ejemplo; Cervical, como tiroides; Vasos sanguíneos, como eliminación de obstrucción o corrección de algún defecto, como el aneurisma.
Después de la cirugía abdominal, es común que el linfocele se retenga en el espacio retroperitoneal, que es la región más posterior de la cavidad abdominal. Además, las cirugías de cáncer realizadas para extirpar o tratar el cáncer son causas importantes de linfocele, ya que es común que sea necesario extirpar los tejidos linfáticos durante el procedimiento.
2. Lesiones
Las lesiones o traumas que causan la ruptura de los vasos sanguíneos o linfáticos pueden causar linfocele, que puede ocurrir en golpes o accidentes, por ejemplo.
El linfocele también puede aparecer en la región genital, en forma de grano duro, después del contacto íntimo o la masturbación, y puede aparecer como un bulto en los labios grandes o en el pene, horas o días después del acto. Si es pequeño, el tratamiento puede no ser necesario, pero si es grande, la cirugía puede ser necesaria.
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3. Cáncer
El desarrollo de un tumor o cáncer puede causar daño a los vasos sanguíneos o linfáticos, estimulando la fuga de la linfa hacia regiones cercanas.
Síntomas que pueden surgir
Cuando es pequeño y sin complicaciones, el linfocele generalmente no causa síntomas. Sin embargo, si aumenta de volumen, y dependiendo de su ubicación y si causa compresión de las estructuras cercanas, puede causar síntomas como:
- Dolor abdominal; deseo frecuente o dificultad para orinar; estreñimiento; hinchazón en los miembros genitales o inferiores; hipertensión; trombosis venosa; nódulo palpable en el abdomen o en la región afectada.
Cuando el linfocele causa obstrucción del tracto urinario, como los uréteres, es posible dañar la función renal, que puede volverse grave.
Para confirmar la presencia de linfocele, el médico puede ordenar pruebas como ultrasonido, tomografía computarizada o análisis bioquímico del líquido.
Como se hace el tratamiento
Cuando el linfocele es pequeño, generalmente se reabsorbe en aproximadamente 1 semana, y el médico solo lo sigue con exámenes, como ultrasonido.
Sin embargo, cuando no retroceden, aumentan de tamaño o causan complicaciones como inflamación, infección, síntomas urinarios o aumento de la presión linfática, es necesario realizar un procedimiento, que puede ser una punción para drenar el líquido o una cirugía para extraer el quiste.
El médico puede indicar el uso de antibióticos cuando se sospecha una infección.