- Tratamiento en el hogar para la mastitis
- Señales de mejora o empeoramiento
- Posibles complicaciones
- Cómo amamantar con mastitis
El tratamiento para la mastitis debe instituirse lo antes posible, porque cuando empeora puede ser necesario usar antibióticos o incluso una intervención quirúrgica. El tratamiento implica:
- Descanso; aumento de la ingesta de líquidos; uso de compresas tibias en los senos, antes de extraer la leche; medicamentos analgésicos y antiinflamatorios como el paracetamol o el ibuprofeno para aliviar el dolor y reducir la inflamación; vaciado de los senos infectados a través de la lactancia materna, extracción manual o uso del extractor de leche.
El uso de antibióticos durante 10 a 14 días está indicado cuando se demuestra la participación de microorganismos, generalmente Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis .
La mastitis es una inflamación del seno, común durante la lactancia, que generalmente ocurre en la segunda semana después del parto y causa dolor e incomodidad intensos, y a menudo es la causa del abandono de la lactancia. Esta inflamación puede ocurrir debido a la acumulación de leche en el seno o debido a la presencia de microorganismos que pueden haber alcanzado los conductos del seno, debido a una grieta en el pezón, por ejemplo.
La causa más común es la acumulación de leche, que puede ocurrir debido a muchos factores, como que el bebé no amamanta por la noche, el bebé no puede morder el seno correctamente, el uso de chupetes o biberones que confunden al bebé, porque Expresar el seno es completamente diferente de tomar un biberón, por ejemplo.
Tratamiento en el hogar para la mastitis
Durante el tratamiento indicado por el médico, algunos cuidados son esenciales, por lo que se recomienda:
- Amamante varias veces al día, para evitar que la leche se acumule en el seno afectado; use un sostén de lactancia muy apretado y apretado para evitar que el cuerpo produzca demasiada leche; Vea cómo debe ser el masaje. Observe si el bebé está vaciando completamente el seno después de terminar la lactancia; extraiga la leche manualmente o con el extractor de leche si el bebé no ha vaciado completamente el seno.
Aunque la mastitis causa dolor e incomodidad, no es recomendable dejar de amamantar, ya que el acto de amamantar ayuda a tratar la mastitis y brinda muchos beneficios al bebé, como la reducción de alergias y calambres. Sin embargo, si la mujer todavía no quiere amamantar, debe retirar la leche para continuar vaciando el seno, lo que brinda un gran alivio de los síntomas.
Señales de mejora o empeoramiento
La mujer puede ver si está mejorando porque el seno está menos hinchado, el enrojecimiento desaparece y se alivia el dolor. La mejora puede aparecer en 1 o 2 días después de comenzar el tratamiento, con o sin antibióticos.
Los signos de empeoramiento son un aumento en la gravedad de los síntomas, con la formación de pus o quistes en el seno, que generalmente ocurre cuando no se realiza el tratamiento o hasta que se inician los antibióticos bajo orientación médica.
Posibles complicaciones
Si no se trata adecuadamente, la infección puede empeorar y el dolor se vuelve insoportable, evitando por completo la lactancia materna e incluso la extracción manual de leche. En este caso, el seno puede estar tan inflamado y con tanta leche acumulada, que puede ser necesario drenar toda la leche y el pus quirúrgicamente.
Cómo amamantar con mastitis
Aunque puede ser bastante doloroso, es importante mantener la lactancia durante la mastitis, ya que de esta manera es posible evitar la retención de más leche y la proliferación de bacterias. La lactancia materna debe realizarse de manera normal y lo ideal es reducir el intervalo entre las comidas e intentar que el bebé vacíe el seno; si esto no sucede, se recomienda que el vaciado se realice manualmente. Descubra cómo se extrae la leche con un extractor de leche y un manual.
Si la mujer no quiere amamantar, es importante extraer la leche y almacenarla, ya que es posible aliviar los síntomas de inflamación. Además, el médico puede recomendar el uso de analgésicos, antiinflamatorios o incluso antibióticos, si se confirma la infección bacteriana. Vea cómo almacenar la leche materna.