- Tipos de cirugía de cálculos renales
- 1. Cirugía láser para cálculos renales
- 2. Cirugía para cálculos renales con ondas de choque.
- 3. Cirugía de cálculos renales con video
- Riesgos de la cirugía de cálculos renales
La cirugía de cálculos renales se usa solo cuando los cálculos renales son mayores de 6 mm o cuando la medicación no es suficiente para eliminarla en la orina.
Normalmente, la recuperación de la cirugía de cálculos renales dura hasta 3 días, siendo más larga en casos de cálculos mayores de 2 cm, cuando es necesario hacer un corte para llegar al riñón, y puede pasar hasta 1 semana antes de que la persona pueda regresar a trabajo, por ejemplo. Aprenda cuidados generales después de cualquier cirugía.
Después de la cirugía de cálculos renales, la persona debe mantener una dieta saludable y beber al menos 1 litro de agua por día para evitar la aparición de nuevos cálculos renales. Obtenga más información sobre cómo debería ser la dieta en: Riñón Stone Food.
Tipos de cirugía de cálculos renales
El tipo de cirugía de cálculos renales depende del tamaño y la ubicación de los cálculos renales, si hay una infección asociada y cuáles son los síntomas, pero los tratamientos más utilizados incluyen:
1. Cirugía láser para cálculos renales
La cirugía láser para cálculos renales, también conocida como uretroscopia o litotricia láser, se usa para eliminar cálculos menores de 15 mm insertando un pequeño tubo desde la uretra hasta el riñón de la persona, donde, después de encontrar el cálculo, se usa un láser para romper el cálculo renal en pequeños trozos que pueden eliminarse en la orina.
Recuperación de la cirugía: durante la cirugía láser para cálculos renales, se usa anestesia general y, por lo tanto, es necesario permanecer en el hospital durante al menos 1 día hasta recuperarse de los efectos de la anestesia. Este tipo de cirugía no deja ninguna marca y permite que la persona regrese a sus actividades normales en menos de 1 semana después de la cirugía.
2. Cirugía para cálculos renales con ondas de choque.
La cirugía de cálculos renales por ondas de choque, también llamada litotricia extracorpórea por ondas de choque, se usa en el caso de cálculos renales de entre 6 y 15 mm de tamaño. Esta técnica se realiza con un dispositivo que produce ondas de choque enfocadas solo en el cálculo para romperlo en pequeños pedazos que pueden eliminarse en la orina.
Recuperación de la cirugía: por lo general, la cirugía se realiza sin la necesidad de anestesia y, por lo tanto, la persona puede regresar a casa el mismo día. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar fiebre después de la cirugía y se recomienda que descanse en casa durante 3 días hasta que se eliminen todos los cálculos en la orina.
3. Cirugía de cálculos renales con video
La cirugía de cálculos renales por video, conocida científicamente como nefrolitotripsia percutánea, se usa en casos de cálculos renales mayores de 2 cm o cuando el riñón tiene una anomalía anatómica. Se realiza a través de un pequeño corte en la región lumbar, en el que se inserta una aguja hasta el riñón para permitir la entrada de un dispositivo especial, llamado nefroscopio, que elimina el cálculo renal.
Recuperación de la cirugía: este tipo de cirugía generalmente se realiza bajo anestesia general y, por lo tanto, el paciente regresa a casa 1 o 2 días después de la cirugía. Durante la recuperación en el hogar, que demora aproximadamente 1 semana, se recomienda evitar las actividades de impacto, como correr o levantar objetos pesados, y cortarse la cirugía cada 3 días o según las recomendaciones del médico.
Riesgos de la cirugía de cálculos renales
Los principales riesgos de la cirugía de cálculos renales incluyen daño renal e infecciones. Por lo tanto, durante la primera semana después de la cirugía, es importante tener en cuenta algunos síntomas, como:
- Calambres renales; sangrado en la orina; fiebre por encima de 38ºC; dolor severo; dificultad para orinar.
Cuando el paciente presenta estos síntomas, debe ir inmediatamente a la sala de emergencias o regresar a la unidad donde se sometió a la cirugía para realizar exámenes de diagnóstico, como ultrasonido o tomografía computarizada, y comenzar el tratamiento adecuado, evitando que la situación empeore.