Hay algunos signos que pueden ayudar a identificar la esclerodermia, una enfermedad autoinmune caracterizada por la producción excesiva de colágeno.
La esclerodermia generalmente afecta la piel, pero también puede aparecer en las articulaciones, los vasos sanguíneos y los órganos internos, causando síntomas específicos en la región afectada.
Los síntomas más frecuentes de la esclerodermia incluyen:
- Sensibilidad de los dedos de las manos y los pies, así como de las orejas y la nariz, al frío; dedos y dedos de los pies constantemente fríos; piel púrpura o blanca en la punta de los dedos durante el frío, conocido como fenómeno de Raynaud; hinchazón frecuente de manos y pies y piel de aspecto brillante; engrosamiento de la piel en lugares como las manos, brazos y cara; inflamación, dolor y calor en las articulaciones.
Sin embargo, la esclerodermia también puede mostrar otros síntomas relacionados con los órganos afectados. Por ejemplo, en el caso de la esclerodermia en el esófago, puede haber dificultad para tragar, ardor de estómago y reflujo. En el caso de la esclerodermia en los pulmones, puede haber una sensación de falta de aliento y cansancio excesivo, por ejemplo.
Por lo tanto, la mejor manera de diagnosticar la esclerodermia es consultar a un médico general para un examen físico, un análisis de sangre o una capilaroscopia con un pliegue ungueal, que le informará si hay anticuerpos que indiquen la presencia de la enfermedad. Además, también puede ser necesario realizar una biopsia de piel o tejido de algunos órganos para identificar qué sitios están afectados por la esclerodermia.