La silicosis es una enfermedad caracterizada por la inhalación de sílice, generalmente debido a la actividad profesional, que produce tos severa, fiebre y dificultad para respirar. La silicosis se puede clasificar de acuerdo con el tiempo de exposición a la sílice y el momento en que aparecen los síntomas en:
- Silicosis crónica, también llamada silicosis nodular simple, que es común en personas que están expuestas diariamente a pequeñas cantidades de sílice, y los síntomas pueden aparecer después de 10 a 20 años de exposición; Silicosis acelerada, también llamada silicosis subaguda, cuyos síntomas comienzan a aparecer de 5 a 10 años después del comienzo de la exposición, el síntoma más característico es la inflamación y descamación de los alvéolos pulmonares, que pueden evolucionar fácilmente a la forma más grave de la enfermedad; Silicosis aguda o acelerada, que es la forma más grave de la enfermedad cuyos síntomas pueden aparecer después de unos meses de exposición al polvo de sílice, y que puede evolucionar rápidamente a insuficiencia respiratoria y provocar la muerte.
Esta enfermedad es más común en personas constantemente expuestas al polvo de sílice, que es el componente principal de la arena, como los mineros, las personas que trabajan en la construcción de túneles y cortadores de arenisca y granito, por ejemplo.
Síntomas de silicosis.
El polvo de sílice es extremadamente tóxico para el cuerpo y, por lo tanto, la exposición constante a esta sustancia puede provocar varios síntomas, como:
- Fiebre; dolor en el pecho; tos seca y severa; sudores nocturnos; falta de aliento debido a los esfuerzos; disminución de la capacidad respiratoria.
En el caso de la silicosis crónica, por ejemplo, debido a la exposición prolongada, puede haber una formación progresiva de tejido fibroso en los pulmones, lo que puede provocar mareos y debilidad debido a la dificultad para oxigenar la sangre. Además, las personas con silicosis tienen más probabilidades de desarrollar cualquier tipo de infección respiratoria, especialmente tuberculosis.
El diagnóstico de silicosis lo realiza el médico ocupacional o el médico general a través del análisis de los síntomas presentados, radiografía de tórax y broncoscopia, que es un examen de diagnóstico que tiene como objetivo verificar las vías respiratorias, identificando cualquier tipo de alteración. Comprenda cómo se realiza la broncoscopia.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento de la silicosis se realiza con el objetivo de aliviar los síntomas, con el uso de medicamentos para aliviar la tos y medicamentos que pueden dilatar las vías respiratorias, facilitando la respiración, generalmente indicado por el médico. Además, si hay un signo de infección, se puede recomendar el uso de antibióticos, que se indican de acuerdo con el microorganismo que causa la infección.
Es importante que se use equipo de protección para evitar la exposición al polvo de sílice y el desarrollo de la enfermedad. Es por eso que es extremadamente importante para las personas que trabajan en este entorno usar gafas y máscaras que puedan filtrar las partículas de sílice. Además, es importante que se adopten medidas para controlar la producción de polvo en el lugar de trabajo.
El tratamiento de la silicosis debe seguirse según las indicaciones del médico para evitar posibles complicaciones, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el enfisema pulmonar, la tuberculosis y el cáncer de pulmón, por ejemplo. Si hay una evolución de la enfermedad o complicaciones, el médico puede recomendar realizar un trasplante de pulmón para que el paciente tenga una calidad de vida restaurada. Vea cómo se realiza el trasplante de pulmón y cómo es el postoperatorio.
