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Cómo tratar la neumonía infantil

Anonim

El tratamiento de la neumonía infantil dura aproximadamente de 7 a 14 días porque depende del agente causante de la enfermedad y puede realizarse en casa, con el uso de antibióticos, como amoxicilina oral, por ejemplo, o la inyección de penicilina recetada por el pediatra.

Durante el tratamiento de la neumonía infantil, se recomienda que el niño descanse, sin ir a la escuela u otros lugares públicos, ya que la neumonía infantil puede ser contagiosa, especialmente cuando es causada por virus.

Cuidado durante el tratamiento en el hogar

Cuando la neumonía infantil se puede tratar en casa, los padres deben:

  • Asegure una buena nutrición e hidratación; mantenga las vías respiratorias limpias; evite los jarabes para la tos; haga nebulizaciones diarias o según las indicaciones del médico.

La neumonía infantil es curable, pero puede progresar a casos graves cuando el tratamiento no se inicia dentro de las primeras 48 horas después del inicio de síntomas como fiebre superior a 38º, tos con flema, pérdida de apetito, respiración rápida y falta de ganas de jugar. En estas situaciones, el niño puede necesitar ser hospitalizado para recibir tratamiento con medicamentos en las venas o recibir oxígeno.

Remedios recomendados

Los remedios antibióticos pueden estar indicados dependiendo del microorganismo involucrado. El pediatra puede recetar penicilina procaína, amoxicilina en tabletas, penicilina benzatínica, amoxicilina con clavulanato, cefuroxima, trimetoprima-sulfametoxazol o eritromicina, por ejemplo.

El medicamento debe administrarse en el momento y en la dosis indicada por el pediatra para garantizar la cura de la neumonía, si los padres no tienen cuidado, la enfermedad puede empeorar.

Señales de que el niño necesita ser hospitalizado

El tratamiento hospitalario está indicado cuando el bebé o el niño presentan signos de gravedad relacionados con la neumonía, como:

  • Labios o puntas de los dedos morados; Gran movimiento de las costillas al respirar; Gemidos constantes y frecuentes debido al dolor y la dificultad para respirar; Palidez y postración, falta de voluntad para jugar; Convulsiones; Momentos de desmayo; Vómitos; Piel fría y dificultad para respirar mantener la temperatura ideal; dificultad para beber líquidos y comer.

Por lo tanto, si los padres observan la aparición de cualquiera de estos síntomas, deben llevar al niño al hospital para que pueda ser hospitalizado y recibir el tratamiento indicado. Es importante volver a evaluar al bebé o al niño porque la neumonía puede empeorar y ser más difícil de curar, con el riesgo de muerte.

Cómo se realiza el tratamiento en el hospital

El tratamiento de la neumonía en el hospital incluye el uso de antibióticos que se pueden administrar a través de la vena o el músculo, y el uso de una máscara de oxígeno para respirar mejor. La solución salina puede ser una opción para mantener a su bebé e hijo adecuadamente hidratados y la fisioterapia puede ayudarlo a respirar con menos esfuerzo y de manera más eficiente. En los casos más severos, el niño puede tener que respirar con la ayuda de dispositivos.

Después del inicio del tratamiento, el pediatra generalmente evalúa en 48 horas si el niño responde bien al tratamiento o si hay signos de empeoramiento o mantenimiento de la fiebre, lo que indica que es necesario cambiar o ajustar la dosis del antibiótico.

Incluso después de los primeros signos de mejoría, es importante mantener el tratamiento durante el tiempo determinado por el médico y asegurarse de que la neumonía se haya curado, el pediatra puede indicar que el niño tiene una radiografía de tórax antes del alta.

Para evitar que regrese la neumonía, después del tratamiento es importante vestir al niño de acuerdo con la estación y evitar lugares con mucho humo, polvo o humo de cigarrillo.

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