Algunas personas hablan demasiado rápido, lo que puede deberse a su personalidad, el día a día, el nerviosismo o la ansiedad, por ejemplo. Por lo general, quienes hablan demasiado rápido no pronuncian las palabras en su totalidad, no pueden pronunciar algunas sílabas y enmendan una palabra en la otra, lo que puede dificultar la comprensión de los demás.
Cuando el habla rápida se asocia con la personalidad, es difícil que la persona cambie, sin embargo, hay algunos consejos y ejercicios que se pueden hacer para ayudar a la persona a hablar más despacio, despacio y con mayor claridad, facilitando la comprensión.
Como hablar despacio
Hablar demasiado rápido es común cuando la persona se siente nerviosa o ansiosa por alguna razón, como presentar un trabajo, por ejemplo. Algunas formas de hablar más despacio y aliviar el nerviosismo son:
- Hable más claramente, preste atención a cada palabra hablada e intente hablar sílaba por sílaba; trate de hablar con pausas, como si leyera un texto, deteniéndose un poco después de decir una frase, por ejemplo; respire cuando esté hablando; practique técnicas de habla relajación, especialmente si la razón para hablar demasiado rápido es el nerviosismo; cuando hables a una audiencia, lee tu discurso en voz alta y graba tu voz, para que luego te des cuenta de la velocidad con la que estás hablando y compruebes la necesidad de tomar descansos, por ejemplo; Exagerar los movimientos de la boca al hablar, esto permite que todas las sílabas se pronuncien clara y lentamente.
Por lo general, las personas que hablan demasiado rápido tienden a tocar a otras personas durante la conversación y a proyectar sus cuerpos hacia adelante. Entonces, una de las formas de hablar más lentamente es prestar atención al comportamiento cuando se habla con otras personas, evitando tocar demasiado, por ejemplo. También aprende a hablar en público.