El tabique vaginal es una malformación congénita rara, en la que hay una pared de tejido que divide la vagina y el útero en dos espacios. Dependiendo de cómo esta pared divide el sistema reproductivo de una mujer, hay dos tipos principales de tabique vaginal:
- Tabique vaginal transverso: la pared se desarrolla de lado a lado del canal vaginal; Tabique vaginal longitudinal: la pared va desde la entrada de la vagina al útero, dividiendo el canal vaginal y el útero en dos partes.
En ambos casos, la región genital externa es completamente normal y, por lo tanto, la mayoría de los casos no se identifican hasta que la niña comienza su ciclo menstrual o tiene su primera experiencia sexual, ya que el tabique puede evitar el paso de sangre. menstruación o incluso contacto íntimo.
El tabique vaginal es curable y requiere cirugía para corregir la malformación. Por lo tanto, si existe la sospecha de una malformación en la vagina, es importante consultar a un ginecólogo para confirmar el diagnóstico y comenzar el mejor tratamiento, lo que reduce la incomodidad.
Síntomas principales
La mayoría de los síntomas que pueden indicar la presencia de un tabique vaginal solo aparecen cuando ingresa a la pubertad, lo que puede incluir:
- Dolor intenso durante el ciclo menstrual; Ausencia de menstruación; Dolor durante el contacto íntimo; Molestias al usar tampones.
Además, en las mujeres con un tabique transversal, todavía es posible experimentar muchas dificultades durante el contacto íntimo, ya que generalmente no es posible que el pene haga una penetración completa, lo que puede hacer que algunas mujeres sospechen de una vagina corta, por ejemplo..
Muchos de estos síntomas también son similares a los de la endometriosis, pero en estos casos es más común experimentar sangrado abundante junto con la menstruación, además del dolor al orinar o defecar, por ejemplo. Sin embargo, la mejor manera de confirmar el diagnóstico es consultar a un ginecólogo. Vea una lista más completa de síntomas de endometriosis.
Como confirmar el diagnóstico
Algunos casos de tabique vaginal se pueden identificar en la primera consulta con el ginecólogo, ya que a menudo es posible observar los cambios solo con una observación de la región pélvica. Sin embargo, el médico también puede ordenar algunas pruebas de diagnóstico, como la ecografía transvaginal o la resonancia magnética, especialmente en casos de tabique transverso, que son más difíciles de identificar solo con la observación.
Como se hace el tratamiento
Cuando el tabique vaginal no causa ningún síntoma o molestia para la mujer, el tratamiento generalmente no es necesario. Sin embargo, si hay síntomas, el médico generalmente recomienda una cirugía para corregir la malformación.
Los casos más fáciles de tratar son el tabique transversal, en el que solo es necesario extraer la porción de tejido que bloquea el canal vaginal. En el caso del tabique longitudinal, generalmente es necesario reconstruir el interior del útero para que solo se forme una cavidad.