- Síntomas principales
- Que exámenes confirmar
- Como se hace el tratamiento
- Posibles consecuencias de la diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica caracterizada por la resistencia del cuerpo a la insulina y el aumento de los niveles de azúcar en la sangre, que genera síntomas clásicos como sequedad de boca, aumento de la necesidad de orinar, mayor necesidad de beber agua e incluso pérdida de peso sin razón aparente.
A diferencia de la diabetes tipo 1, la persona no nace con diabetes tipo 2, desarrollando la enfermedad debido a varios años de hábitos de vida poco saludables, especialmente el consumo excesivo de carbohidratos en la dieta y el estilo de vida sedentario.
Dependiendo del grado de cambio en los niveles de azúcar, el tratamiento puede implicar hacer solo algunos cambios en la dieta y el estilo de vida, o incluir el uso de medicamentos, como antidiabéticos orales o insulina, que siempre debe indicar un médico. La diabetes no tiene cura, pero es una enfermedad que se puede evitar con complicaciones.
Síntomas principales
Si cree que puede tener diabetes tipo 2, seleccione lo que siente y descubra cuál es su riesgo de tener la enfermedad:
- 1. Aumento de la sed Sí No
- 2. boca constantemente seca Sí No
- 3. Deseo frecuente de orinar Sí No
- 4. cansancio frecuente Sí No
- 5. Visión borrosa o borrosa Sí No
- 6. Heridas que sanan lentamente. Sí No
- 7. Hormigueo en los pies o las manos. Sí No
- 8. Infecciones frecuentes, como candidiasis o infección del tracto urinario. Sí No
A veces, estos síntomas pueden ser difíciles de identificar y, por lo tanto, una de las mejores formas de controlar la posibilidad de tener diabetes es realizar análisis de sangre recurrentes para evaluar los niveles de azúcar en la sangre, especialmente cuando se está en ayunas.
Que exámenes confirmar
El diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 se realiza mediante un análisis de sangre u orina, que evalúa el nivel de glucosa en el cuerpo. Esta prueba generalmente se realiza con el estómago vacío y debe realizarse en 2 días diferentes, para comparar los resultados.
Los valores de referencia de glucosa en ayunas son de hasta 99 mg / dL en la sangre. Cuando la persona tiene valores de glucosa en ayunas entre 100 y 125 mg / dL, se le diagnostica prediabetes y cuando tiene glucosa en ayunas por encima de 126 mg / dL, puede tener diabetes.
Vea todo sobre las pruebas utilizadas para diagnosticar la diabetes.
Como se hace el tratamiento
La primera forma de tratamiento para la diabetes tipo 2 es la adopción de una dieta equilibrada con menos azúcar y otras formas de carbohidratos. Además, también es importante hacer ejercicio al menos 3 veces por semana y perder peso en el caso de personas con sobrepeso y obesidad.
Después de estas pautas, si sus niveles de azúcar no se regularizan, su médico puede recomendarle que use antidiabéticos orales, que son píldoras que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre.
El uso de insulina, por otro lado, es la opción de tratamiento para las personas que no pueden mantener su nivel de glucosa bajo control solo con medicamentos orales o que no pueden usar antidiabéticos debido a otros problemas de salud, como las personas que tienen insuficiencia renal y no pueden usar metformina, por ejemplo.
Estas personas necesitan mantener un control diario de los niveles de azúcar y la administración correspondiente de insulina por el resto de sus vidas, en la mayoría de los casos, pero pueden volver a usar las píldoras solo si tienen un buen control de la glucosa en sangre.
Mire el video a continuación y descubra qué tipos de ejercicio pueden ayudar a combatir la diabetes:
Vea aún más pautas sobre cuál debería ser la dieta.
Posibles consecuencias de la diabetes tipo 2
Cuando el tratamiento de la diabetes no se inicia a tiempo, la enfermedad puede causar diversas complicaciones en el cuerpo, relacionadas con la acumulación de azúcar en varios tipos de tejidos. Algunos de los más comunes incluyen:
- Cambios serios en la visión que pueden conducir a la ceguera; mala cicatrización de heridas que puede conducir a necrosis y amputación de la extremidad; disfunciones en el sistema nervioso central; disfunciones en la circulación sanguínea; Complicaciones cardíacas y coma.
Estas complicaciones también pueden ocurrir cuando la persona ya está en tratamiento, pero no sigue las pautas al pie de la letra.
