El retraso mental severo se caracteriza por el cociente de inteligencia (IQ) entre 20 y 35. En este caso, la persona no habla casi nada y necesita cuidados para la vida, siempre es dependiente e incapaz.
No puede matricularse en la escuela regular porque no puede aprender, hablar o comprender en un grado que pueda evaluarse, y siempre se necesita apoyo profesional especializado para que pueda desarrollar y aprender las palabras esenciales, como llamar a su madre, pedir agua o ir al baño, por ejemplo.
Signos, síntomas y características.
En el caso de retraso mental severo, el niño ha retrasado el desarrollo motor y no siempre puede aprender a sentarse solo o hablar, por ejemplo, por lo que no es autónomo y necesita el apoyo diario de los padres u otros cuidadores. Necesitan apoyo para vestirse, comer y cuidar su higiene personal de por vida.
El diagnóstico de retraso mental grave o severo se realiza en la infancia, pero solo se puede confirmar después de los 5 años, que es cuando se puede realizar la prueba de coeficiente intelectual. Antes de esta etapa, el niño puede ser diagnosticado con retraso en el desarrollo psicomotor y se pueden realizar análisis de sangre y de imágenes que pueden mostrar otras deficiencias cerebrales y enfermedades asociadas, que requieren tratamientos específicos, como el autismo, por ejemplo.
La siguiente tabla indica algunas características y diferencias en los tipos de retraso mental:
Grado de compromiso | IQ | Edad mental | Comunicación | Educacion | Auto cuidado |
Luz | 50 - 70 | 9 a 12 años | Hablar con dificultad | 6to grado | Totalmente posible |
Moderado | 36 - 49 | 6 a 9 años | Varía mucho | 2da serie | Posible |
Severa | 20 - 35 | 3 a 6 años | No dice casi nada | x | Entrenable |
Profundo | 0 - 19 | hasta 3 años | No puedo hablar | x | x |
Tratamientos para el retraso mental severo
El tratamiento para el retraso mental severo debe estar indicado por el pediatra y puede implicar el uso de medicamentos para controlar los síntomas y otras afecciones presentes, como la epilepsia o la dificultad para dormir. La estimulación psicomotora también está indicada, así como la terapia ocupacional para mejorar la calidad de vida del niño y su familia.
La esperanza de vida de los niños con retraso mental severo no es muy larga, pero depende mucho de otras enfermedades asociadas y del tipo de atención que puedan recibir.