- ¿Qué causa la meningitis?
- Cuando sospecha meningitis
- Como llegar
- Cómo protegerte
- Como se hace el tratamiento
La meningitis es una inflamación severa de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y toda la médula espinal, generando síntomas como dolor de cabeza intenso, fiebre, náuseas y rigidez en el cuello, por ejemplo.
Como es una inflamación que afecta las estructuras cerebrales, un médico general o un neurólogo debe identificar la meningitis lo antes posible para comenzar el tratamiento y prevenir el desarrollo de lesiones que pueden provocar secuelas permanentes o incluso la muerte..
¿Qué causa la meningitis?
La inflamación de las meninges generalmente surge debido a una infección del líquido cefalorraquídeo, que casi siempre es causada por uno de estos tipos de microorganismos:
- Virus, que causan meningitis viral; Bacterias, que generan meningitis bacteriana; Hongos, que causan meningitis fúngica; Parásitos, que conducen a meningitis parasitaria.
Además, los accidentes cerebrovasculares fuertes, algunos medicamentos e incluso algunos tipos de enfermedades crónicas, como el lupus o el cáncer, también pueden causar meningitis, sin tener una infección específica.
Dado que el tratamiento varía según la causa de la inflamación, es muy importante que el médico identifique el tipo de meningitis para comenzar el tratamiento más adecuado. Por ejemplo, en el caso de la meningitis bacteriana, generalmente es necesario fabricar antibióticos, mientras que en los hongos es necesario comenzar a usar un antimicótico, por ejemplo.
Obtenga más información sobre los tipos de meningitis.
Cuando sospecha meningitis
Algunos síntomas que pueden indicar una posible meningitis incluyen:
- Fiebre por encima de 38ºC; Dolor de cabeza muy intenso; Cuello rígido, con dificultad para descansar la barbilla sobre el pecho; Manchas rojas en el cuerpo; Hipersensibilidad a la luz; Somnolencia excesiva con dificultad para despertarse; Confusión; Convulsiones.
En el bebé y el niño, también pueden surgir otros síntomas que llevan a los padres a sospechar una posible meningitis, como llanto fuerte, irritabilidad fácil, dificultad para mover la cabeza e incluso un punto blando más tenso, que parece estar ligeramente hinchado.
Como llegar
La transmisión de la meningitis puede variar ampliamente, dependiendo del tipo de microorganismo que está causando la inflamación. En el caso de la meningitis viral, el riesgo de transmisión es muy bajo porque, aunque el virus puede pasar a la otra persona, generalmente no causa meningitis, sino otra enfermedad, como paperas o sarampión, por ejemplo, dependiendo del tipo de virus.
En el caso de la meningitis causada por bacterias, esta transmisión es más fácil y puede ocurrir al compartir el mismo plato de comida o mediante gotas de saliva, que pueden pasar por toser, estornudar, besarse o hablar, por ejemplo. Además, cuando la persona infectada usa el baño y no se lava las manos adecuadamente, también puede propagar la bacteria.
Apretones de manos, abrazos y compartir la mayoría de los artículos personales no representan un riesgo para la salud.
Cómo protegerte
El mejor tipo de prevención contra la meningitis es tener una vacuna que proteja contra los principales microorganismos que pueden causar la enfermedad. Por lo tanto, incluso si uno entra en contacto con los virus o bacterias que generalmente causan meningitis, el riesgo de desarrollar la enfermedad es muy bajo. Conozca los principales tipos de vacuna contra la meningitis y cuándo tomarla.
Además, algunas medidas que también ayudan a disminuir el riesgo de contraer meningitis incluyen:
- Evite el contacto cercano con personas enfermas; Lávese las manos después de estar en lugares públicos; Evite fumar.
Las personas con meningitis también deben tener cuidado para evitar transmitir la enfermedad, como lavarse las manos con frecuencia, evitar ir a lugares públicos y cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, por ejemplo.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento para la meningitis depende de su causa y puede tratarse con antibióticos, antivirales o corticosteroides en un hospital. Algunos medicamentos que pueden usarse en la meningitis bacteriana son la cefotaxima y la ampicilina, o aciclovir, en el caso de la meningitis viral, y dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el paciente puede permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El tratamiento debe iniciarse de inmediato para disminuir el riesgo de complicaciones. La duración del tratamiento para la meningitis es de aproximadamente 5 a 10 días, y en las primeras 24 horas de tratamiento, la persona debe aislarse para evitar la transmisión de la enfermedad a otros. Es importante controlar a sus amigos y familiares durante un mínimo de 10 días, ya que pueden estar infectados.
Si el tratamiento no se inicia correctamente, pueden ocurrir secuelas permanentes, como pérdida de visión o audición. Vea más sobre cómo se tratan los diferentes tipos de meningitis.