Melena: qué es, causas principales y cómo tratar

Melena es un término médico utilizado para describir heces muy oscuras (como alquitrán) y malolientes, que contienen sangre digerida en su composición. Por lo tanto, este tipo de caca es muy común en personas que tienen algún tipo de sangrado en el sistema digestivo superior, es decir, en el esófago o el estómago. Esto permite que la sangre sea digerida con la comida, dando a las heces un color muy oscuro.

Siempre que se identifique la presencia de heces muy oscuras que pueden ser melena, es importante consultar a un gastroenterólogo o médico general, para identificar la causa y comenzar el tratamiento más adecuado, para detener el sangrado y evitar complicaciones más graves, como anemia, pérdida de conciencia e incluso insuficiencia en varios órganos del cuerpo.

5 causas principales de melena

Las causas más comunes que generalmente causan la aparición de melena son:

1. úlcera gástrica

Una úlcera gástrica es similar a una herida que aparece en la pared del estómago y puede sangrar cuando está muy irritada. Cuando esto sucede, y dependiendo de la cantidad de sangre liberada, las heces pueden terminar siendo muy oscuras y malolientes.

Por lo general, la úlcera es más común en personas que tienen gastritis crónica y, por lo tanto, casi siempre se acompaña de otros síntomas, como dolor intenso en el abdomen, que empeora después de comer, náuseas y vómitos constantes, por ejemplo. Vea otros síntomas que pueden ayudarlo a identificar una situación de úlcera gástrica.

Qué hacer: cuando se sospecha una úlcera, es muy importante consultar a un gastroenterólogo, ya que es necesario hacerse una endoscopia para confirmar el diagnóstico. Después del diagnóstico, el tratamiento implica hacer algunos cambios en la dieta, así como también usar medicamentos recetados por el médico, que pueden ser antiácidos y protectores gástricos.

2. Varices esofágicas

Las várices esofágicas son otra causa relativamente frecuente de aparición de melena. Estas venas varicosas consisten en la dilatación de algunas venas en el esófago, que eventualmente pueden romperse, liberando sangre al sistema digestivo que, después de pasar por el estómago, hace que las heces sean muy oscuras y malolientes.

Este tipo de venas varicosas es más común en personas con problemas hepáticos, que aumentan la presión sobre las venas del sistema digestivo, dilatándolas. Además, en la mayoría de los casos, la ruptura de las venas varicosas ocurre en personas que ya saben que tienen este tipo de cambio en el esófago, siendo alertados del peligro de sangrado. Cuando se rompen, además de la melena, las venas varicosas pueden causar otros signos y síntomas, como vómitos con sangre roja brillante, palidez, cansancio excesivo y palidez, por ejemplo.

Qué hacer: la ruptura de las venas varicosas en el esófago es una situación de emergencia y, por lo tanto, si hay sospecha, es muy importante ir rápidamente al hospital para comenzar el tratamiento adecuado, lo que puede implicar someterse a una cirugía para detener el sangrado. Las personas con venas varicosas también deben seguir correctamente el tratamiento dirigido por el médico, para evitar que se rompan. Comprenda mejor qué son las várices esofágicas y cómo se tratan.

3. Gastritis y esofagitis.

La gastritis es la inflamación de las paredes del estómago, al igual que la esofagitis es la inflamación de las paredes del esófago. Aunque, en la mayoría de los casos, estas inflamaciones no causan sangrado, cuando no se tratan adecuadamente, ambas paredes pueden irritarse mucho y terminar con hemorragias leves. Cuando esto sucede, la persona puede experimentar melena, que también puede ir acompañada de dolor de estómago, acidez estomacal, malestar y vómitos, especialmente después de comer.

Qué hacer: las personas con gastritis o esofagitis diagnosticadas deben seguir el tratamiento indicado por el gastroenterólogo. Sin embargo, si hay sospecha de melena, es importante consultar al médico o ir al hospital, ya que el sangrado también puede indicar que se está desarrollando una úlcera, por ejemplo, y puede ser necesario adaptar el tratamiento. Vea cómo se puede hacer el tratamiento de la gastritis.

4. Síndrome de Mallory-Weiss

Este síndrome puede aparecer después de un período de vómitos fuertes y ocurre cuando aparecen pequeñas fisuras en el esófago debido a una presión excesiva en las paredes. En estos casos, la persona generalmente presenta vómitos que luego terminan evolucionando con sangre y cansancio excesivo.

Qué hacer: si sospecha que está desarrollando el síndrome de Mallory-Weiss, se recomienda ir al hospital para detener el sangrado y comenzar a usar algunos medicamentos. En las situaciones más graves, también se puede requerir cirugía para corregir las lesiones. Obtenga más información sobre este síndrome y su tratamiento.

5. Cáncer estomacal

Aunque es mucho más raro, el cáncer de estómago también puede causar la aparición de melena, ya que causa sangrado en las paredes del estómago. Sin embargo, asociados con la melena, también aparecen otros signos y síntomas, como pérdida de peso, ardor de estómago constante, pérdida de apetito, sensación de estómago lleno incluso sin comer y debilidad excesiva. Verifique otros síntomas que pueden indicar la presencia de cáncer de estómago.

Qué hacer: cualquier caso de sospecha de cáncer debe ser evaluado por un médico lo antes posible, ya que cuanto antes se descubra, más fácil será el tratamiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tratamiento se realiza con radioterapia y quimioterapia, y aún puede ser necesaria una cirugía para extirpar la parte afectada del estómago.

Como se hace el tratamiento

El tratamiento para la melena varía mucho según la causa, sin embargo, en casi todos los casos es muy importante ir al hospital para confirmar el sangrado y detenerlo, a fin de prevenir la aparición de complicaciones más graves, como anemia o falla de varios. órganos

A partir de ese momento, el médico evaluará el historial de cada persona y ordenará otras pruebas, especialmente una endoscopia, para tratar de identificar la causa y, por lo tanto, guiar mejor el tipo de tratamiento que debe realizarse.