Comer una rebanada promedio de aproximadamente 200 g de sandía durante 6 semanas consecutivas es una buena manera de normalizar la presión arterial, ya que es una gran adición al uso de los medicamentos indicados por el cardiólogo, pero no es para diabéticos porque la sandía es muy dulce.
Las principales sustancias en la sandía que son responsables de este beneficio son la L-citrulina, el potasio y el magnesio, que son buenos tanto para la presión arterial alta como para la presión arterial baja. Pero además, la sandía también es rica en vitaminas A, B1, B2, B3 y calcio, fósforo y licopeno, excelentes para nutrir y purificar el cuerpo.
Cantidad necesaria para bajar la presión
Para que la sandía normalice la presión arterial, es importante consumir al menos 1 vaso de jugo con 200 ml de sandía al día. Además de la parte roja de la sandía, la parte verde clara, que forma el interior de la piel, también es rica en nutrientes y debe usarse siempre que sea posible. Aquellos a quienes no les gusta el sabor pueden usar esta parte para hacer el jugo.
Cómo hacer el jugo:
Para preparar un jugo de sandía, puede batir solo la cantidad requerida de sandía en una licuadora u otro molinillo para hacer el jugo. Si desea más sabor, puede agregar limón o naranja, por ejemplo. Puedes batir con o sin semillas, porque no son dañinas.
Otra estrategia que también contribuye a regular la presión arterial es consumir diariamente alimentos diuréticos, ya que también son ricos en potasio, como berros, apio, perejil, pepino, remolacha y tomates. Mira otros ejemplos aquí.