- Cuales son las causas
- Síntomas principales
- Como se hace el tratamiento
- Cuidados postoperatorios
- Posibles complicaciones
El absceso anal, perianal o anorrectal es la formación de una cavidad llena de pus en la piel alrededor del ano, que puede causar síntomas como dolor, especialmente al evacuar o sentarse, la aparición de un bulto doloroso en el área anal, sangrado o Eliminación de la secreción amarillenta.
Por lo general, el absceso se forma cuando las bacterias infectan la región y causan inflamación intensa, con acumulación de pus. El tratamiento lo realiza el cirujano, que requiere drenaje del absceso y, en algunos casos, el uso de antibióticos durante unos días.
Cuales son las causas
El absceso perianal es causado por una infección bacteriana de la piel del ano y la región del perineo, generalmente debido a la obstrucción de las glándulas que producen moco en la región anal, lo que facilita la instalación de bacterias. Algunas de las condiciones que representan un riesgo para la formación de abscesos son:
- Enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa; Hidradenitis supurativa; Infecciones rectales, como amebiasis, linfogranuloma venéreo, tuberculosis o esquistosomiasis rectal; Fisura anal; Cáncer anorrectal; Inmunidad deteriorada; Haber sido sometido a cirugía de la región anorrectal, como hemorroidectomía, episiotomía o prostatectomía, por ejemplo.
En general, estas afecciones causan inflamación en el tejido del recto y el ano, lo que facilita la acumulación de bacterias y la formación de pus. Comprenda mejor las causas, los síntomas y el tratamiento de la proctitis.
Síntomas principales
El síntoma principal del absceso perianal es el dolor en el ano y la región del perineo, especialmente al evacuar o sentarse, pero puede volverse constante a medida que la lesión empeora. También revise otras causas importantes de dolor al evacuar.
Si la ubicación del absceso es más externa, también se puede ver un bulto doloroso, caliente y rojizo en el área anal. En algunos casos, puede haber sangrado y fiebre. Cuando se rompe el absceso, la secreción purulenta puede escapar, reduciendo así la presión sobre la piel y el dolor.
El diagnóstico de absceso anal lo realiza el cirujano general o el coloproctólogo, mediante análisis de la región y exámenes como anoscopia, ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética, que identifican el tamaño y la profundidad de la lesión. Los análisis de sangre, como un recuento sanguíneo completo, pueden ayudar a evaluar la gravedad de la infección.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento del absceso anal se realiza con su drenaje, por el cirujano general o el coloproctólogo, tan pronto como sea posible, ya que la persistencia del absceso aumenta el riesgo de una infección generalizada.
Dependiendo del tamaño y la ubicación del absceso, la cirugía de drenaje se puede realizar con anestesia local o con otras más potentes, como la columna vertebral o la epidural. En abscesos grandes, puede ser necesario dejar un drenaje durante unos días en el sitio.
Para tratar una fístula, el médico puede hacer un corte o colocar un material para estimular la curación y el cierre del camino. Además, los antibióticos pueden estar indicados si el absceso es grande y tiene un área inflamatoria grande, o si el paciente presenta riesgos de infección generalizada, como en casos de diabetes, inmunidad comprometida u obesidad, por ejemplo.
Cuidados postoperatorios
Después de la cirugía, el médico puede recomendar descansar, usar analgésicos y baños de asiento con agua tibia, debido a su efecto antiinflamatorio.
El médico programará reevaluaciones en 1 a 2 semanas, para observar la curación e identificar si hay drenaje de secreciones que indican fístulas. En algunos casos, el absceso puede regresar, especialmente si el tratamiento inicial no se realizó correctamente o si hay una enfermedad que causa inflamación del sitio y facilita la formación de la lesión.
Posibles complicaciones
Es muy común que el absceso dé lugar a una fístula anal, que es la formación de una ruta que conecta dos regiones, que pueden surgir entre el ano y la vagina, el útero, el tracto urinario u otras partes del intestino, por ejemplo. Descubra qué es la fístula anal y cómo tratarla.
Además, otras complicaciones que puede causar el absceso anal son la participación del esfínter anal, que causa incontinencia fecal, o una infección necrotizante, que es cuando la bacteria llega a los tejidos vecinos, como la piel, los músculos y la grasa.
Además, si el tratamiento no se realiza correctamente, es posible que las bacterias lleguen al torrente sanguíneo, causando una infección generalizada, que incluso puede conducir a la muerte.
