El absceso periamigdaliano es el resultado de la complicación de la faringoamigdalitis y se caracteriza por una extensión de la infección localizada en la amígdala, a las estructuras del espacio a su alrededor, que puede ser causada por diferentes bacterias, siendo Streptococcus pyogenes la más común.
Esta infección puede causar síntomas como dolor y dificultad para tragar, fiebre y dolor de cabeza, que generalmente desaparecen con el tratamiento, que consiste en la administración de antibióticos y, en algunos casos, el drenaje del pus y la cirugía.
Causas posibles
El absceso periamigdalico se produce alrededor de las amígdalas y es el resultado de la extensión de la amigdalitis, que es una infección causada por bacterias, con Streptococcus pyogenes como el patógeno más común.
Aprenda cómo identificar la amigdalitis y cómo se realiza el tratamiento.
Que síntomas
Los síntomas más comunes de un absceso periamigdalino son dolor y dificultad para tragar, mal aliento, aumento de la salivación, voz alterada, contractura dolorosa de los músculos de la mandíbula, fiebre y dolor de cabeza.
Cual es el diagnostico
El diagnóstico del absceso periamigdaliano se realiza a través de un examen visual en el que se observa una inflamación de los tejidos alrededor de la amígdala infectada y el desplazamiento de la úvula. Además, el médico también puede tomar una muestra de pus y enviarla al laboratorio para su posterior análisis.
Como se hace el tratamiento
El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, como penicilina + metronidazol, amoxicilina + clavulanato y clindamicina, por ejemplo. Estos antibióticos generalmente están asociados con medicamentos antiinflamatorios, para aliviar el dolor y la hinchazón. Además, el médico también puede drenar el absceso y enviar una pequeña muestra para su análisis.
En algunos casos, el médico puede incluso sugerir someterse a una amigdalectomía, que es una cirugía en la que se extirpan las amígdalas, y que generalmente se realiza debido al alto riesgo de recurrencia. Por lo tanto, este procedimiento quirúrgico no se recomienda para personas que acaban de sufrir un episodio de absceso, sin antecedentes de amigdalitis recurrente. La amigdalectomía tampoco debe realizarse durante el proceso infeccioso e inflamatorio, y debe esperar hasta que se trate la infección.
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