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Adenoma hepático: síntomas, diagnóstico y tratamiento.

Anonim

El adenoma hepático, también conocido como adenoma hepatocelular, es un tipo raro de tumor hepático benigno que se produce por niveles alterados de hormonas y, por lo tanto, es más común en mujeres entre 20 y 50 años después del embarazo. o debido al uso prolongado de anticonceptivos orales, por ejemplo.

Normalmente, el adenoma hepático no produce síntomas, por lo que casi siempre se identifica accidentalmente durante una tomografía computarizada o una ecografía para tratar de diagnosticar otro problema.

Como no es grave y se considera un tumor benigno, el adenoma generalmente no necesita ningún tipo específico de tratamiento, solo se recomienda mantener la vigilancia con exámenes regulares, ya que, aunque es muy bajo, existe el riesgo de volverse maligno o romperse, causando sangrado interno

Síntomas principales

En la mayoría de los casos, el adenoma hepático no causa ningún síntoma, sin embargo, algunas personas pueden informar la presencia de dolor leve y constante en la región superior derecha del abdomen.

Aunque es raro, el adenoma puede romperse y sangrar en la cavidad abdominal. En tales casos, es común experimentar dolor abdominal muy fuerte y repentino, que no mejora y que se acompaña de otros síntomas de shock hemorrágico, como aumento del ritmo cardíaco, sensación de sudoración débil o excesiva. Si existe la sospecha de que el adenoma se ha roto, es aconsejable ir al hospital de inmediato para detener el sangrado.

Conozca otros signos que pueden indicar un shock hemorrágico.

Cómo se hace el diagnóstico

El adenoma hepatocelular casi siempre se identifica durante un examen para diagnosticar otro problema, por lo que si esto sucede, se recomienda consultar a un hepatólogo para hacer un examen más específico y confirmar la presencia del adenoma. Los exámenes más utilizados incluyen ultrasonido, resonancia magnética o tomografía computarizada.

Durante estos exámenes, el médico también puede identificar el tipo de adenoma hepático para guiar mejor el tratamiento:

  • Inflamatorio: es el más común y tiene una mayor tasa de ruptura; Mutación HNF1α: es el segundo tipo más frecuente, con más de un adenoma en el hígado; Mutación Ss-catenina: son poco frecuentes y aparecen principalmente en hombres que usan esteroides anabólicos; No clasificable: es un tipo de tumor que no se puede incluir en ningún otro tipo.

Por lo general, el médico solo recomienda controlar el tamaño del tumor, sin embargo, en el caso de la inflamación, por ejemplo, si mide más de 5 cm, el médico puede optar por someterse a una cirugía para extirparlo por completo.

Como se hace el tratamiento

Dado que el adenoma hepático es casi siempre benigno, la forma principal de tratamiento es controlar constantemente su tamaño, utilizando pruebas como tomografía computarizada, resonancia magnética o simplemente ultrasonido. Sin embargo, si el adenoma surge en una mujer que está usando anticonceptivos, el médico puede recomendar suspender su uso y elegir otro método anticonceptivo, ya que el uso de la píldora puede estar contribuyendo al desarrollo del tumor. Lo mismo es cierto en las personas que usan algún tipo de anabólico, por ejemplo.

Si el tumor crece con el tiempo o si mide más de 5 cm, existe un mayor riesgo de poder romperse o desarrollar cáncer y, por lo tanto, es común que el médico recomiende una cirugía para extirpar la lesión y evitar que surja. complicaciones Esta cirugía suele ser bastante simple y tiene poco riesgo, ya que se realiza bajo anestesia general en el hospital. La cirugía también puede recomendarse para mujeres que están considerando quedar embarazadas, ya que existe un mayor riesgo de que el adenoma cause complicaciones durante el embarazo.

Si el adenoma se ha roto, el tratamiento utilizado también es cirugía, para detener el sangrado y eliminar la lesión. En estos casos, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible para evitar una pérdida importante de sangre, que puede poner en peligro la vida.

Posibles complicaciones

Hay dos complicaciones principales del adenoma hepático:

  • Ruptura: ocurre cuando las paredes del tumor se rompen debido a un tamaño excesivo o un trauma directo al hígado, por ejemplo. Cuando esto sucede, el tumor está sangrando hacia la cavidad abdominal, lo que conduce a una hemorragia interna, poniendo en riesgo la vida. En estos casos, es común sentir un dolor muy intenso y repentino en el abdomen. Si esto sucede, es muy importante ir al hospital de inmediato para comenzar el tratamiento. Desarrollo del cáncer: es la complicación más rara, pero puede ocurrir cuando el tumor continúa creciendo, pudiendo experimentar una transformación en un tumor maligno, conocido como carcinoma hepatocelular. En estos casos, es importante hacer un diagnóstico temprano para aumentar las posibilidades de cura. Obtenga más información sobre este tipo de tumor y cómo se trata.

Estas complicaciones son más comunes en tumores de más de 5 cm y, por lo tanto, el tratamiento casi siempre se realiza con cirugía para extirpar la lesión, sin embargo, también pueden ocurrir en tumores más pequeños, por lo que es muy importante vigilar regularmente al hepatólogo..

Adenoma hepático: síntomas, diagnóstico y tratamiento.