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Anticoagulantes: más utilizados y para qué sirven

Anonim

Los anticoagulantes son medicamentos que evitan la formación de coágulos sanguíneos, porque bloquean la acción de las sustancias que causan la coagulación. Los coágulos son esenciales para curar heridas y detener el sangrado, pero hay situaciones en las que pueden prevenir la circulación sanguínea y causar enfermedades graves, como derrames cerebrales, trombosis y embolia pulmonar, por ejemplo.

Por lo tanto, los anticoagulantes permiten que la sangre permanezca siempre líquida dentro de los vasos y pueda circular libremente, siendo recomendada para personas que han sufrido enfermedades causadas por coágulos o que tienen un mayor riesgo de desarrollarlas.

Los más utilizados son la heparina, la warfarina y el xarelto, que deben usarse con cuidado y siempre con supervisión médica, porque si su uso es incorrecto, hay una mayor probabilidad de desarrollar hemorragias graves.

Quién debería usar

Las personas con mayor probabilidad de desarrollar un trombo deben usar anticoagulantes, como las personas con arritmias cardíacas o que usan prótesis valvulares cardíacas. También se usan para eliminar un trombo que ya se ha formado, como en el caso de personas con trombosis, embolia pulmonar o infarto.

Principales tipos de anticoagulantes.

Los anticoagulantes se pueden dividir según la ruta de su uso y su modo de acción. Pueden ser:

  • Inyectables, como heparina o fondaparinux: se inyectan directamente en la vena o la región debajo de la piel, y se usan más en situaciones de emergencia, en el hospital, como en casos de trombosis venosa profunda, embolia pulmonar o infarto de miocardio. La heparina se puede usar en mujeres embarazadas que tuvieron trombosis, ya que no interfieren con la formación del bebé; Los medicamentos orales, como Warfarina, Coumadin, Xarelto y Pradaxa: son tabletas que se usan en el hogar, diariamente, para prevenir la formación de coágulos o para disolver los coágulos que impiden la circulación sanguínea.

El médico debe elegir la mejor píldora anticoagulante y su dosis, según la gravedad del problema, el historial de enfermedades y la respuesta del cuerpo de cada persona.

Cómo elegir el mejor anticoagulante oral

Existen diferentes tipos de anticoagulantes orales, y su elección dependerá de considerar sus ventajas y desventajas para cada persona:

Tipos Nombres Ventajas Desventajas
Inhibidores de la vitamina K

Warfarina (Marevan, Coumadin);

Acenocumarol (Sintrom).

- Muy usado;

- Más baratos;

- Permitir un mayor control de la coagulación a través de exámenes.

- Necesidad de hacer un control regular de la coagulación;

- Las dosis deben cambiarse con frecuencia, - Su efecto puede verse alterado por otros medicamentos o alimentos ricos en vitamina K.

Nuevos anticoagulantes

Rivaroxabán (Xarelto);

Dabigatrán (Pradaxa);

Apixabana (Eliquis).

- No es necesario hacer un control regular de la coagulación;

- Dosis diarias únicas;

- Puede tener menos efectos secundarios.

- Más caro;

- Contraindicado en varias enfermedades;

- No tienen antídotos.

En el caso de los inhibidores de la vitamina K, el control de la coagulación normalmente debe realizarse una vez al mes o de acuerdo con el consejo médico.

Remedios anticoagulantes naturales

Hay algunas sustancias herbales conocidas popularmente como capaces de "adelgazar" la sangre y reducir el riesgo de coágulos, como Ginkgo biloba o Dong quai, por ejemplo.

Estas plantas pueden usarse en tés o ingerirse en forma de cápsulas, que se venden en tiendas naturistas, sin embargo, su uso nunca debe reemplazar los medicamentos recetados por el médico, y no deben usarse junto con otros anticoagulantes.

Además, solo deben tomarse después del conocimiento del médico, ya que pueden interferir con la acción de otras drogas y, al igual que las drogas coagulantes, estas hierbas medicinales deben suspenderse en el período preoperatorio de cualquier cirugía.

Cuidado durante el tratamiento

Durante el tratamiento con anticoagulantes es importante:

  • Informe al médico cada vez que haya cambios en la dieta o en el uso de medicamentos para no desregular la acción del anticoagulante; nunca mezcle dos tipos de anticoagulantes, excepto en casos de indicación médica; Esté atento a signos de sangrado, como manchas excesivas en la piel, sangrado de las encías, sangre en la orina o las heces, y si alguno de ellos está presente, busque atención médica.

Algunos alimentos ricos en vitamina K reducen la acción de ciertos anticoagulantes, como la warfarina, y se debe tener cuidado en su consumo. Sin embargo, como la dosis de anticoagulante es ajustable a las necesidades de cada persona, no es necesario detener el consumo de todos estos alimentos, sino evitar un cambio repentino en la dieta, manteniendo una cantidad constante en la dieta.

Ejemplos de estos alimentos son las verduras de hoja verde oscura, como la espinaca, la col rizada, la lechuga, además de la col, el brócoli y la coliflor, por ejemplo. Vea la lista completa de alimentos ricos en vitamina K.

Remedios caseros que no deben usarse con anticoagulantes

Es común que las personas usen medicinas herbales o remedios caseros sin consejo médico a diario, porque piensan que son naturales y que no son dañinos, sin embargo, algunos pueden interactuar, por lo general intensificando, el efecto de los anticoagulantes que causan riesgo de sangrado y puede poner en peligro la vida de la persona.

Por lo tanto, las personas que usan medicamentos anticoagulantes o antiagregantes deben tener especial cuidado al tomar remedios caseros o suplementos alimenticios preparados en base a:

  • Ajo; Ginkgo Biloba; Ginseng; Salvia roja; Guaco; Dong Quai o Angélica China; Castaño de Indias; Boldo; Guaraná; Árnica.

Debido a este tipo de interacción entre medicamentos y remedios naturales, es importante tomar medicamentos solo después de la indicación o aprobación del médico.

Anticoagulantes: más utilizados y para qué sirven