La hemimelia fibular es un defecto de nacimiento raro en el que parte del peroné o todo el hueso está ausente, lo que hace que la pierna sea más corta de lo normal. Además, en casi todos los casos, también aparecen deformidades en las rodillas y los pies, lo que puede evitar que el niño camine.
Aunque es aún más raro, la hemimelia peronea puede ser bilateral y afectar ambas piernas, en cuyo caso el niño tal vez ni siquiera pueda comenzar a caminar.
El tratamiento para este defecto generalmente se realiza con cirugía, para corregir las deformidades y tratar de estirar la pierna afectada, mejorando la calidad de vida del niño.
Cómo identificar la hemimelia peronea
La hemimelia fibular suele ser fácil de identificar, especialmente porque la pierna afectada es mucho más pequeña que la otra. Esto se debe a que en la pierna afectada, todos los huesos, incluida la tibia y el fémur, crecen muy lentamente, incluso si el problema está en el peroné.
Además, también pueden aparecer deformidades en los pies y los tobillos, ya que pueden faltar huesos en la articulación, lo que hace que el tobillo sea más inestable y hace que el pie esté en un ángulo diferente al normal, mirando hacia el interior del cuerpo, por ejemplo..
Sin embargo, para confirmar el diagnóstico, siempre es importante acudir al pediatra, ya que en algunos casos el niño puede no mostrar signos tan claros del problema, pero puede tener dificultades para caminar o mantener el equilibrio al estar de pie.
Como se hace el tratamiento
En muchos casos de hemimelia fibular, el primer tratamiento recomendado es la cirugía reconstructiva para corregir las deformidades y tratar de reducir la diferencia de tamaño entre las piernas.
Sin embargo, cuando la diferencia es muy grande y no es posible corregir completamente el tamaño de la pierna afectada, también se recomiendan zapatos especiales con tacones altos o plantillas ortopédicas, que ayudan a reducir la diferencia que falta. Este tipo de tratamiento también puede ser la primera opción de tratamiento cuando la hemimelia es leve, por ejemplo.
Además, las sesiones de fisioterapia casi siempre se utilizan para garantizar la movilidad y el fortalecimiento de las articulaciones de las piernas, mejorando la fuerza y el equilibrio durante la marcha.
