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¿Cuáles son los exámenes del primer trimestre del embarazo?

Anonim

Las pruebas en el primer trimestre del embarazo, que deben realizarse hasta las 13 semanas de gestación, son importantes para evaluar la salud de la madre, el riesgo de que la madre transmita algunas enfermedades al bebé, identificando malformaciones y el riesgo de aborto espontáneo.

La lista completa de pruebas para el primer trimestre del embarazo incluye análisis de sangre, ultrasonido y pruebas ginecológicas, que deben realizarse cuando lo solicite el médico que controla el embarazo.

Examen físico

Los exámenes físicos del primer trimestre del embarazo son:

  • Presión arterial: debe realizarse en todas las consultas prenatales porque evalúa el riesgo de eclampsia, que puede conducir a un parto prematuro. Altura uterina: con la mujer acostada, el médico o la enfermera coloca una cinta métrica en la región abdominal para evaluar el crecimiento del bebé. Peso: se realizó en todas las consultas para evaluar cuánto engorda la mujer durante el embarazo porque no es recomendable ponerse demasiado y, en el caso de mujeres embarazadas obesas, la atención es mayor.

En algunos casos, se puede escuchar el corazón del bebé latiendo con un dispositivo específico para este propósito. Este dispositivo está disponible para la venta en tiendas de productos para madres y bebés o en Internet y se comercializa con el nombre de sonar.

Análisis de sangre

El obstetra debe ordenar estas pruebas en la primera visita prenatal. Los análisis de sangre que deben realizarse en el primer trimestre del embarazo son:

  • FBC: se usa para detectar una infección o anemia. Tipo de sangre y factor Rh: importante cuando el factor Rh de los padres es diferente, cuando uno es positivo y el otro negativo. VDRL: sirve para detectar sífilis, una enfermedad de transmisión sexual que, si no se trata adecuadamente, puede provocar malformaciones o abortos espontáneos. VIH: sirve para identificar el virus del VIH que causa el SIDA. Si la madre recibe un tratamiento adecuado, las posibilidades de que el bebé se infecte son bajas. Hepatitis B y C: sirve para diagnosticar las hepatitis B y C. Si la madre recibe el tratamiento adecuado, evita que el bebé se infecte con estos virus. Tiroides: se utiliza para evaluar la función tiroidea, los niveles de TSH, T3 y T4, ya que el hipertiroidismo puede conducir a un aborto espontáneo. Glucosa: se utiliza para diagnosticar o controlar el tratamiento de la diabetes gestacional. Toxoplasmosis: se utiliza para verificar si la madre ya ha tenido contacto con el protozoo Toxoplasma gondi , lo que puede causar malformaciones en el bebé. Si no es inmune, debe recibir orientación para evitar la contaminación. Rubéola: se utiliza para diagnosticar si la madre tiene rubéola, ya que esta enfermedad puede causar malformaciones en los ojos, el corazón o el cerebro del bebé y también aumenta el riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro. Citomegalovirus o CMV: se utiliza para diagnosticar la infección por citomegalovirus, que, cuando no se trata adecuadamente, puede causar restricción del crecimiento, microcefalia, ictericia o sordera congénita en el bebé.

Además, también se pueden realizar exámenes prenatales para identificar otras enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la clamidia, que se pueden diagnosticar mediante el examen de las secreciones vaginales o la orina. Si hay algún cambio en cualquiera de estas pruebas, el médico puede solicitar repetir la prueba en el segundo trimestre del embarazo.

Ultrasonido

El primer examen de ultrasonido del embarazo es un ultrasonido transvaginal, que generalmente se realiza entre las 8 y 10 semanas de embarazo. Sirve para:

  • confirmar el embarazo, verificar si el bebé está en el útero y no en los tubos, el tiempo de gestación, la frecuencia cardíaca del bebé, si son gemelos; Calcule la fecha prevista de entrega.

En la ecografía realizada a las 11 semanas, es posible medir la translucencia nucal, que es importante para evaluar el riesgo de que el bebé sufra alguna enfermedad genética, como el síndrome de Down.

Orina

Las pruebas de orina y cultivo de orina se usan para diagnosticar la infección del tracto urinario, que es muy común durante el embarazo y que, cuando no se trata adecuadamente, puede provocar un parto prematuro.

Examen ginecológico

El examen ginecológico también se realiza en la primera consulta prenatal.

En el examen ginecológico, el obstetra evaluará la apariencia de la región íntima de la mujer y realizará la prueba de Papanicolaou, que sirve para evaluar infecciones como la candidiasis, las inflamaciones vaginales y el cáncer cervical, que, si no se tratan adecuadamente, pueden dañar el bebe

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